Capítulo 17. Otra noche más... y un juego sin muchas reglas El movimiento en la cama era acompasado. Los gemidos se volvieron feroces, alonso perdió todo control sobre él... -- Eres deliciosa mujer, te deseo demasiado – ella lo besó con pasión, él con posesividad... Podía sentir el olor de su jefe impregnado en todo su cuerpo, desnudo y sudoroso. Y jodidamente irresistible. -- Me haces perder el control – susurra él. -- ¿No estabas muy lejos de perderlo desde antes? – se burló ella, recobrando su tono confiado. Los dos se pierden en el deseo, en la pasión... Cuando todo terminó, Brisa no podía borrar la sonrisa de su rostro. Ese día era otra mujer, Alonso la había convertido en otra mujer, pronto debía bajar para comenzar con la rutina por la que estaban allí... la conferencia d

