II. Sin salida.

2556 Words
Octubre 21, 2007. 12:18 hrs. Casa de muñecas. "Atrapadas". Era la palabra correcta para la situación de las niñas en Dollhause, o al menos eso creía. Habían pasado 3 días desde que llegó a ese infierno, el miedo ya no era por el lugar o la situación en la que estaba, si no, era miedo a la muerte. En tan solo esos días había muerto una niña de 8 años, y según fue, intentando escapar, no sabía los detalles, sin embargo, la advertencia estaba clara, por si a Annika se le había ocurrido pensar vagamente en que sería una opción huir. La pequeña pelirroja lloraba todas las noches, pero lo único que conseguía era ser electrocutada. Recordó a su verdugo y las palabras que le decía antes de posar su vara eléctrica en ella. "—¿Quieres llorar de verdad? — esa tal Mistic doll era una maldita — Yo te daré razones para llorar". Así que dejó de hacerlo, y comenzó a analizar su entorno, a acoplarse y a ver el lado positivo. Algo muy difícil de imaginar para una niña de 7 años, pero debía hacer un esfuerzo para sobrevivir. Recordando a su madre, se prometió a sí misma, ser fuerte, llorando en silencio para no ser descubierta por Mistic Doll en sus rondas nocturnas por la celda. Abrazando su cuerpo frío, acostada entre la paja con su ropa sucia y maltratada, no dejaba de pensar en una forma de sobre llevar esto, en momentos, se perdía en sus recuerdos felices, cuando iba a la escuela y tenía amigos, cuando mamá le leía libros antes de dormir o le cantaba una linda canción. (...) Habían sido días duros, y todos comenzaban de la misma forma; con la loca masoquista sonando por las rejas su maldita vara a las 6:45 am. Cuando eso pasaba, todas se ponían de pie al instante y se formaban en una fila de la mayor a la menor estatura, lástima de la que se quedara dormida. Annika tuvo que enterarse por la mala sobre eso en su primer día. La morena abría la reja y todas salían en fila, esa mujer era de pocas palabras, daba una orden, la desobedecías o lo hacías mal, y ella solo usaba su vara en ti, y por lo que había experimentado, tenía varias potencias. Sin alimento alguno, eran obligadas a correr por los alrededores de la mansión en maratones, luego, ejercicios "pesados" para cualquier pequeña, estiramientos forzosos que cualquiera sentiría que destruían sus articulaciones, por fortuna para ella, las clases de ballet le habían ayudado para ser flexible. Miró como algunas de sus compañeras se desmayaban y eran traídas a la vida con electro choques. Annika olvidó las veces que fue electrocutada por hacer algo mal, como sentarse a medio maratón. A las 12:00 pm, eran llevadas de nuevo al sótano, junto a la gran celda donde dormían, ahí las esperaba Maid Doll con una gran olla de metal que contenía su única comida del día. Todas se formaban en fila de la más baja a la más alta para obtener su ración. En cubiertos de aluminio les servían lo que parecía arroz y estofado con un biskek, y un vaso con agua natural. A las 12:30 pm las sacaban al patio, las obligaban a desnudarse y con una manguera a presión, las bañaban a todas, sin jabón, solo agua fría, tan fría que sus músculos se comprimían. Estaba prohibido gritar, o el agua sería azotada en tu cuerpo por más tiempo. A la 01:00 pm, eran llevadas a un aula de clases, donde les brindaban conocimientos en historia, literatura, arte, matemáticas, anatomía e idiomas. La maestra era una joven muy bella de cabello castaño y rizado con ojos color miel, a la que todas llamaban "Míster Doll". Era amable, pero muy estricta, podría decirse que era la parte más aceptable de aquel lugar, y más sí ahí no estaba la psicópata "bruja eléctrica", así la había apodado Annika. Las clases terminan a las 7:55 pm, para a las 8:00 pm ser llevadas a un salón para entrenamiento en combate, donde Mistic les enseña artes marciales mixtas y relajación. Antes de iniciar, Maid les regala una manzana o un pan a escondidas de su compañera cuando iban saliendo del aula de clases — Tienen 4 minutos para comerlo, antes de que Mistic Doll venga — guiñe el ojo — si ella se entera, ya no habrá más para ustedes —. Todas se atacan con el bocado, es lógico que mueren de hambre. A las 10:00 pm termina el entrenamiento y vuelven agotadas a su celda en el frío, húmedo y oscuro calabozo. (...) A su alrededor, las demás niñas dormían, pegadas unas con otras para darse calor, ella permanecía distante, le costaba socializar con las demás y acercarse, es un nuevo miedo que despertó en ese lugar, ya que en la escuela era un sol entre sus compañeros. Tomó las hebras de paja y comenzó a cubrir sus pies descalzos. —Oye, niña — una de las chicas que estaban entre la bolita llamó a Annika. —Ven, deberías acercarte, no seas tímida, si queremos salir de aquí, debemos estar juntas y sobrevivir. La morena de ojos grandes al ver que la pelirroja no se acercó, se puso en pie y fue hacia ella, —esta bien estar asustada — le tendió una mano —mi nombre es Olivia, ya no soy una desconocida, te pido que confíes en mí por ahora — sonrió amablemente. La pequeña de ojos verdes dudó un poco antes de aceptar la mano, cuando accedió, Olivia la jaló para ponerla de pie, ella se sobresaltó y dio un pequeño grito. —Shh, solo ven a dormir. Mañana hablaremos de todo —. La llevó junto a las otras y se acurrucaron juntas. Fue una sensación reconfortante, el calor que emanaban de los cuerpos de sus compañeras la hicieron rendirse en un profundo sueño. [...] Distrito Tarbagataysky 3 horas antes... —¿Qué reporte me tienes sobre las muñecas que estas forjando? — dio un sorbo a su café. —Mi señor Makarov, si lo que quiere saber es ¿cómo va su hija? Puedo decir que, llora menos —, le respondió la rubia, sabiendo perfectamente que de cierto modo, le preocupaba Annika. —¿Y las demás? — intentó mostrar indiferencia mientras veía el café en su taza de fina cerámica. —Está por terminar una, muy joven, pero hábil, pronto estará a su completo servicio — sonrió orgullosa, pero su semblante cambio rápido. — Oh si, y perdimos a una que intentó escapar, Mistic Doll soltó los sabuesos y estos la destriparon al encontrarla, su nombre era Pilú, 8 años, 1 mes reclutada, una familia de afroamericanos, la vendieron por una miseria, como esclava. —La nueva mercancía no debería tardar, hay niñas huérfanas en situación de calle en todo el mundo. El contenedor viene esta vez de Nueva York, estará aquí en 2 días, te encargo que lo recibas Arlette —. Se levantó del asiento y se acercó al ventanal de su oficina, todo era de cristal y le permitía tener una buena vista desde las alturas. —Como ordene my lord — se levantó de igual forma —antes de retirarme, hoy iré a visitar a las niñas, ¿algún mensaje para su hija? — el tono burlón no pudo esconderse entre sus palabras y la curvatura de sus labios rojos se elevó. —No juegues conmigo Arlette, si no quieres terminar como mi padre y mi esposa — advirtió sin voltear a verla, imaginando su rostro. La expresión de la rubia cambió —Mil disculpas mi señor —, dio media vuelta y salió de la oficina, su aura asesina irradiando, deseaba asesinar al hombre que tanto amó. Pero se controlaría, "-el tiempo es perfecto, el momento llega cuando tiene que pasar-" jamás le perdonaría haber matado a su única amiga, pero eso, es otra historia. Resonaron sus tacones por los pasillos mientras su semblante oscureció. [...] Octubre 21, 2017. 06:45 hrs. Los barrotes de metal resonaron, haciendo sus ojos verdes abrirse de golpe. Lo de costumbre, todas corrieron a ponerse en fila, con el frío abrazador de la mañana, con sus ojos adormilados intentando adaptarse al forzoso despertar. Una de las niñas no se ha levantado, a lo que al momento de contar a las 11, Mistic se da cuenta de ello y su mirada aguda la busca por la celda. Abre el candado y la cadena resuena por el frío metal. Olivia se ha movido de su lugar e inmediatamente va hacia Lauri, en un intento de despertarla la mueve y se percata de su elevada temperatura. —Lau, vamos, arriba — la remueve, pero la pequeña no reacciona. Mistic se acerca y observa al par de niñas desde su imponente altura — La más grande y la más pequeña — azota su vara en su palma, como de costumbre —apártate Olivia — ordena con su fría expresión. —My lady, por favor, Lauri tiene fiebre y esta sudando, necesita atención médica o descanso — la mira con ojos suplicantes. —No necesitamos gente débil, si no puede contra una simple fiebre, no nos sirve, sabes las reglas — estira su vara hasta el hombro de la pequeña y da el primer electro choque haciendo gritar a Lauri —¿piensas seguir acostada? Nos estas haciendo perder el tiempo — vuelve a extender la vara ahora en dirección a las costillas y da una segunda descarga. Todas quedaron anonadadas, excepto Mistic, solo se ha quedado mirando inexpresiva la espalda de Oliva que se interponía entre ella y Lauri, recibiendo la descarga. —Bien, si eso es lo que quieres — aumentó la potencia y volvió a descargar su vara en la espalda de la chica. La mandíbula de la morena se tensó presionando sus dientes, recibiendo las descargas, —yo tomo el castigo, pero por favor, solo tiene 6 años — suplicó. —Realmente eres una molestia, no sé por qué se te... — guardó silencio, la mirada de Olivia estaba puesta en ella, tragó saliva —Vamos — se dio la vuelta. Annika se quedó mirando a Olivia, ¿qué acaba de pasar?, eso que vio en la "bruja eléctrica" ¿fue miedo?, no, debía estar alucinando. (...) Durante la rutina del día, pudo entablar conversación con Olivia. Ahora sabía cosas nuevas sobre el lugar y lo que su destino trágico le preparaba. —La única forma de salir de aquí, es la muerte — dijo agitada por el esfuerzo físico, tendría que hacer doble rutina por Lauri como castigo. —Creo que me quedó claro con Pilú, la chica afroamericana que escapó. ¿Cómo murió? — preguntó mientras hacía sus estiramientos. Olivia calló, Mistic pasó por enfrente mirándolas fríamente. —Ella, soltó a los sabuesos — dijo casi en susurro, cuando la verdugo se alejó. —¿Sabuesos? ¿Tienen perros asesinos? —En una situación normal, no se le diría a una niña esto, pero sí, entrenan canes para degollar y destripar a sus presas, solo necesitas darles a conocer el olor de su objetivo. Es lo mismo que pasará contigo y el resto... — calló de repente, como si estuviera ocultando algo. Los ojos verdes la miraron curiosos —¿cómo llegaste aquí? — quiso indagar en ella —¿cuánto tiempo llevas aquí y no has avanzado? —Me secuestraron a los 14 años, apartándome de mi familia, tengo 2 años aquí, no me han subido de nivel por que no he cumplido con mis misiones de campo. —¿Qué son las misiones de campo? —Es hora de la comida, te lo explico ahí. — se levantó del suelo, se sacudió la suciedad y fue a formarse a su lugar. Annika hizo lo mismo. (...) Se sentaron juntas, un poco a parte del resto, y lo más posiblemente lejos de la vista de las "vigilantes". —Lo haré rápido. Después de un año de entrenamiento... — cucharea —te mandan a asesinar a alguien —, mastica —Vándalos, rateros, basuras simples que vagan por las calles, ellas los capturan para ti o en ocasiones tú misión es cazarlos. Después te encierran en una jaula, y peleas a muerte —, traga — peleas por tu vida, literal — otro bocado. La cuchara de Annika resonó en el plato cuando cayó de la altura de su boca, sus ojos verdes amenazaron con llorar —te-ten-tengo... Mie-do. —Lo sé, todas lo tenemos, pero si queremos vivir, debemos pelear por hacerlo — siguió comiendo —y sobre todo, estar unidas. Su pequeño rostro bajó, miró su plato y una lágrima cayó sobre su puré de papa —¿En qué fallaste tú? —En lo más importante... Cuando llega el momento de que tengo que tomar una vida, me detengo —, su mandíbula se inmovilizó con comida en su boca. Tal vez ha recordado algo. La pequeña la miró una vez más, tenía muchas preguntas, pero también la inseguridad de preguntar. —Aquí quebrarán tu voluntad, te harán perder tus sentimientos, te volverán loca, te torturarán tanto física como mentalmente, ni se diga emocionalmente. Si quieres morir, el s******o es opcional, pero ellas saben tan bien lo que hacen con tu mente, que solo 1 de cada 30 han recurrido al s******o — seguía comiendo. —¿Algo más que deba saber? —Ellas no te van a golpear, sus métodos de tortura no dañan la piel, quieren conservarnos bellas y sin maltratar, sin embargo, pueden destruirnos internamente, hasta ahora solo has conocido la vara de Mistic Doll. —¿Cuántas de ellas hay? — se apresuró la cuchara a su boca. —No lo sé, un día puedes ver a alguien nuevo, y después no volver a verlo. Lo que es seguro, todas son mujeres asesinas, desde la inocente maestra que nos da tutoría, hasta la simple mucama, todas ellas son profesionales, con su propia especialidad y misión. En fin, todas asesinas. — su mirada se fijó en el biskek antes de morderlo, posterior miró a Annika, encontrando sus ojos oscuros con los verdes olivo. —Mueres en misión, si te capturan te suicidas, si pierdes algo y te vuelves inútil, tus propias compañeras te asesinan, si intentas escapar y vivir una vida normal, tus propias compañeras te encuentran y asesinan. Es una red muy grande, no importa donde estés, te encontrarán y la muerte será tu destino. La pequeña pelirroja tragó saliva de forma audible mientras su mirada se perdió en los ojos negros profundos, tuvo la impresión de que ella estaba... Vacía, y no podía culparla, llevaba dos años ahí, sufriendo atrocidades que justo ella esta experimentando. —Será mejor que aceptes que estas atrapada y te hagas fuerte para sobrevivir —, se paró. —Estamos sin salida, y la única forma de sobrevivir, es asesinar — sus ojos ónix se volvieron hacia la pequeña, mirándola desde su altura sobre su hombro —Deberemos estar juntas y cuidarnos la espalda una a la otra. Sus labios se curvaron en una leve sonrisa, pero sus ojos atormentados le hicieron sentir insegura, ¿realmente podía confiar en Olivia? —¿De acuerdo?... Anny — un escalofrío la abrazó.

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