Iba en el taxi con destino a la oficina de Camillo, me sentía incómoda con ese sobre todo, porque debajo solo cargaba un conjunto de ropa interior y ligueros, todo eso me lo había comprado Briggitte, no estaba segura si esto sería una buena idea, durante toda la noche había velado en mi habitación, esperado con ansias su llegada para ir a su encuentro, no obstante, las horas fueron pasando y no apareció. Supuse porque tenía mucho trabajo en el taller y no quise molestarlo allí, pensando estaba haciendo algo importante. Por ello, convencida por mi par de locas amigas, quienes me incitaron para en ese preciso momento estar dirigiéndome hasta su lugar de trabajo y realmente sentía un tanto extraña como si fuese una especie de acosadora; Y si era sincera conmigo misma, esto no era algo que

