DANTE CORLEONE SR. MAFIA
Mientras tanto en la mansión Corleone.
Serví una copa de vino y la bebí de un solo trago, sintiendo cómo el alcohol quemaba mi garganta.
Revisé el centenar de solicitudes para el puesto de profesora de Sophia y resoplé. Podría encontrar perfiles impecables, pero ninguna encajaría con ella. Sophia era meticulosa al elegir, igual que su padre.
Llamaron a la puerta de mi despacho. Era Agustín.
—Te dije que no quería interrupciones.
—Señor, lo sé, pero hay alguien a quien no puedo negarle la entrada.
Rodé los ojos; ya me imaginaba de quién se trataba. Unos tacones resonaron en la entrada de la oficina. Agustín frunció el ceño y se apartó lentamente de la puerta, dejándola abierta, como si intentara ocultarse del terror.
Respiré hondo, escondí la copa de vino b
