Por Sergio No entiendo qué sucedió con mi vida últimamente, estoy disfrutando la cena con las pequeñas y con Carolina, como si fuésemos una familia y me siento cómodo, me encanta disfrutar de la atención de Priscila y acercarme a Brenda para protegerla de todos los temores que puedan pasar por su cabecita infantil. Ver a Carolina, de anfitriona e imaginarme que luego de acostar a las nenas, podemos compartir la cama... es algo que no puedo borrar de mi mente. Me tengo que ir, sé que hoy no corresponde insistir, pero me encantaría quedarme, pasar la noche sin dormir por estar teniendo sexo desenfrenado, hacerla gritar mi nombre en cada orgasmo... Mi cabeza tiene cortocircuitos, no sé qué pensar de todo lo que siento. En el tribunal, hoy, por primera vez aflojé a los reclamos de mi cli

