Pov: Dafne White
Mientras conduzco suena mi teléfono.
Contesto la llamada por el manos libres, mientras miro el camino.
Seguro es Logan regañándome porque vine, pero me siento muy bien, puedo hacer todo de forma normal aún.
Ya van 31 semanas y tanto James como Jack están súper bien. No me dejan dormir, Jack quiere que ponga mi mano sobre él y James quiero que Logan lo haga. Es incómodo dormir con los caprichos de estos niños que no nacen siquiera.
— Hola, gruñoncita. ¿Cómo que fuiste a buscar tú el pedido de ingredientes? —me regaña Logan.
— Son 40 minutos en auto, cielo, necesito esos ingredientes, se les descompuso el camión, los buscaré, no es un problema para mí —no estoy inválida.
— Pero al menos me hubieras avisado y te llevaba o Coleman —él muy sobreprotector.
— Descuida
