A mi merced T.2 (LBGT)

Capitulo 1: Piedad

Está oscuro, luego de haber salido del castillo con un caballo y mi espada, unos veinte o treinta minutos más tarde un grupo de soldados me encontraron, donde entre ellos se encontraba Derek.

Ellos anunciaron que tenían un rastro, nos detuvimos únicamente para mirar el mapa y hablar sobre el recorrido que haríamos, viendo el sendero más corto.

Derek me entregó una armadura, la cual me puse con velocidad antes de subirme a mi caballo, queriendo continuar lo más pronto posible. Ahora mismo cada segundo podría ser crucial.

Había varios soldados, todos recibieron la orden de separarse en grupos, queríamos recorrer por completo las diversas zonas donde podrían estar, sin embargo, como tardaban demasiado, fui el primero en cabalgar hasta un bosque que estaba fuera de la ciudad del reino.

El grupo donde estaba Derek me siguió, él me seguía de cerca mientras las antorchas alumbraban nuestro oscuro sendero.

Hoy no había luna debido a las nubes que la cubrían, era un poco caótico cabalgar entre los árboles sin ver demasiado el terreno, sin embargo, como todos llevaban una antorcha, nos iluminábamos entre todos.

Quería llegar a tiempo, le suplicaba a los Dioses para que nos dieran un poco de tiempo extra, sin embargo, los Dioses no estaban de nuestro lado, puesto a que una espesa neblina complicaba nuestro recorrido.

–¡Señor! –habló uno de los guardias, deteniendo el recorrido.

Aquel soldado se bajó de su caballo y tomó lo que parecía ser un trozo de tela. Estaba completamente sucio, pero no fue difícil reconocer a su dueño.

–¡Cubran todo el perímetro, él estuvo aquí! –ordenó Derek, siendo esta vez el primero en cabalgar, teniendo la esperanza de encontrar a Tyler.

...Narra Tyler...

Nos hemos movido de sitio, no sé cómo lo hacen, pero comienzo a sospechar que tienen un infiltrado entre las tropas de Derek, puesto a que mucho antes de que nos fuéramos de aquel lugar, un sujeto les dio aviso que el rey había llamado a todos sus soldados para cubrir por completo el terreno de aquel bosque.

Ahora nos encontramos en las ruinas de lo que antiguamente era una casa, ellos están esperando a alguien, no consigo ver nada, sin embargo, pude oír como uno de ellos decía "Allí viene"

El saco nuevamente se mantiene cubriendo mi rostro, no soy capaz de ver ni escuchar absolutamente nada, había un silencio casi sepulcral que me hacía creer que me habían dejado solo.

–¿Está seguro? –oí de pronto– ellos podrían...

–Corten su vientre– oí que ordenaba aquella persona, sin embargo, no era capaz de reconocer su voz...

Por supuesto que cuando oí los pasos de alguien aproximándose a mí, intenté alejarme e intenté escapar, suprimiendo el dolor que me causaba mi pierna rota, sin embargo, me tomaron sin problema y hasta uno de ellos se me trepó encima, queriendo llevar a cabo la petición de aquella persona.

–Esperen– ordenó– sería una pena que muriera sin antes recibir un poco de placer– añadió riendo– asegúrense de borrar las huellas que ha dejado Derek sobre su cuerpo.

Pude oír las risas de aquellos hombres, pronto sentí las manos de desconocidos quienes buscaban desnudarme.

Yo pedía a gritos ayuda, mi garganta prácticamente se desgarraba mientras lloraba, sintiendo como me quitaban la ropa.

Eran demasiadas manos, no podía respirar por culpa del pavor que sentía, sin embargo, casi como si los Dioses se apiadaran de mí, un mensajero anunció que el grupo de búsqueda estaba cerca.

Pude oír como las órdenes cambiaban, aquella persona dijo "Quiero que lo vea y que no sea capaz de salvarlo" por tanto, antes de que pudiera decir algo, alguien enterró su espada en mi vientre, provocándome el peor dolor que he sentido en mi vida.

No sé si ellos conseguirán llegar a tiempo, sin embargo, mis secuestradores cortaron las amarras de mis manos antes de marcharse corriendo, buscando huir antes de que los encontraran.

Esto duele... quité con dificultad la bolsa de trigo que habían puesto en mi cabeza, viendo la profundidad de mi herida.

¡Salía mucha sangre! Lo peor es que, de cintura hacia abajo, estaba desnudo y aun cuando dolía, trataba de vestirme.

Si muero, no quiero que Derek piense que otras manos tocaron mi cuerpo, sé perfectamente que eso sería algo que lo destruiría aún más...

Cielos... ojalá pueda despedirme...