Capítulo 5

2519 Words
Diana Hablemos de libros. Pero no de cualquier cosa de ellos. Porque aunque este tema es algo que nos da mucho para comentar, no todo merece la pena debatirlo o comentarlo, por si alguien tiene alguna duda, dejémoslo claro algunas cosas para que nadie se altere. Es mucho mejor la tapa dura, ante la blanda. Pesa más, y cuesta más dinero pero es de las mejores sensaciones del mundo, leer en tapa dura por lo que recomiendo que todos tengan un libro en tapa dura. Son mejores las sagas que los libros auto conclusivos. Acepto la tortura que es esperar a que se publique todos los libros, la tortura que es tener que esperar a que todos los libros de los personajes, el desenlace de la historia, pero tengamos una cosa clara, debemos admitir todos que cuando amamos un libro, necesitamos saber todo sobre esos personajes, cuanto más tengamos sobre los libros, sobre los personajes, ¿Al menos soy yo la única que cuando ama a un personaje se leería y vería cosas sobre el aunque costaran tres riñones? Creo que soy la única. Pero ese no es el tema aquí. Hablemos de los cliches. ¿Quién no ama los cliches? Desde el insta love, hasta los hermanastros. No estamos hablando de romance, fantasía, o new adult. Esos son géneros. Hablamos de esos cliches que se puede tener en muchos libros pero que la historia nunca es igual, tener demasiado claro esas diferencias. Bajo mi criterio de persona normal, de persona lectora, tengo claro que hay uno que es superior a todos ellos, pero antes de hablar de ello, quiero dejar clara una cosa, no hay libro sin cliche. Que no me venga alguien a comentar, solo leo libros clásicos porque no me gustan los libros con cliches, porque todos tiene uno. Dejemos de criminalizar libros por su temática, gracias. El mejor cliche del mundo es enemies to lovers pero lo mejor de ese maldito cliche es que seas la debilidad del villano, de la persona que mataría por ti, que destruiría al mundo entero por ti si eso fuera necesario o te hiciera feliz, que si muy bonito el ser la debilidad del héroe, del protagonista pero hay una pequeña diferencia entre el héroe y el villano, el primero, lo hace todo por su misión, deja a su familia, amigos e incluso a su único amor por salvar el mundo, que quizás no merece ser salvado, mientras que el villano es esa persona que jodería el mundo entero si hace daño a su pareja, a la persona que quiere, es que no se puede negar que el villano, mataría a quien se atreviera a respirar un poco más fuerte cerca de esa persona que es tan especial para él. Pero la historia de amor de Diana y Marco no es una de esas. Es un insta love. No me gusta ese tipo de libros pero no puedo negar que quizás su historia de amor sea de las más bonitas que conozco. No niego que si leo una de esas historias en los libros, me parecen aburridas, e ilógicas, no comprendo como mierdas una persona se puede enamorar de otra solo con mirarse. Aunque cuando veo la relación de Diana con Marcos, se perfectamente que ese maldito cliche no esta bien explicado en los malditos libros, los libros explican muy bien que es pasar de odiar a alguien a amarle, pero no saben como explicar la sensación de mirar a alguien y enamorarte. Yo lo explico. No te enamoras de alguien al mirarle a los ojos. Hay una creencia, que tienen algunas personas de que los ojos con el espejo del alma, esa parte del cuerpo en la que puedes ver de que esta echa una persona, si crees eso, esta claro que puedes enamorarte de una persona al mirarla, pero si creemos que los ojos son solo otra parte del cuerpo, no podemos creer eso. Al mirar a alguien a los ojos, lo que sientes es atracción y en muchas ocasiones, se puede decir que algo más pero no es amor. El amor es algo que se da, con el tiempo, cuando conoces a la otra persona, cuando sabes cuales son sus cosas buenas y sus defectos no cuando simplemente le miras. No amamos por el físico, ayuda si pero no es amor. El amor son demasiadas cosas, pero no es solo algo físico. Diana me ha pasado siempre el amor por los libros, quizás es porque soy la primera personita que entro en su vida, y eso hizo que tuviera la necesidad de compartir algo hermoso conmigo, los libros son quizás la cosa más bonita del mundo. En los libros se encuentra cosas que en la vida pocas veces se encontraran, no hablo solo de luchas fantásticas, sobre las cazas de brujas o las hermosas cosas que pasan, sino que hablo de lo precioso que es en general la vida, los libros son el billete a un viaje pero por suerte sin tener que salir de la cama, que seguramente sería mejor viajar y vivir tu las aventuras, estamos todos de acuerdo pero quien tenga ese dinero que me avise. —Diana—llamo Max a su hermana. —Maximiliam—llamo la chica sin levantar la cabeza del libro que estaba leyendo. El chico se sentó enfrente de su hermana y le bajo el libro. Diana le miro demasiado sorprendida, pocas cosas harían que su hermano le interrumpiera leyendo. —¿Que pasa?—pregunto la chica preocupada a su hermano. Max miro a su hermana en silencio. —Voy a pedir a Amanda que se case conmigo—. El comentario de su hermana la impresiono tanto que cerró el libro de golpe y le miro con toda su atención, ya no era importa la parte en la que iba, lo que le estuviera pasando a los protagonista de aquel libro, era su hermano quien estaba viviendo quizás la mejor historia de amor del mundo, la historia de amor más bonita que ella jamás conocería, sabía que con Marco podría vivir esa historia hermosa de amor, la que quería pero la suya iría más lento, era más pequeña, no iba a correr tanto como lo hacía su hermano, podría hacerlo pero no quería que las cosas salieran mal, por lo que vivir eso a través de su hermano era demasiado interesante, demasiado genial. —Lleváis demasiado poco tiempo—se quejo Diana. Que nadie se atreva a interpretar lo que no es. Creo que de la familia Davis, la persona que más quiere a Amanda es Diana y no, de esta ecuación no se excluye a Max, la conexión de pareja que tienen Max y Amanda es pura y preciosa pero nada se puede comparar a la amistad, el amor de pareja es algo que con el tiempo se termina, algo pasajero pero el amor que se tiene con una amiga, es demasiado superior a todo. —Lo se—dijo Max. Diana miro a su hermano. —Estas loco—se quejo Diana, Nada puede entender lo que piensa una persona cuando decide casarse con otra, al menos no si no se explica. —Antes de nada, Amanda va organizar una cena para todos, irás con Marco sin preguntar ni comentar nada, todos haréis comentarios pero ella planea esto desde hace mucho—le dejo claro. Los dos Herman Davis sabían del plan de Amanda aunque no le dijeran nada. —Vale—comento Diana no muy convencida pero no dijo nada. —Cuando conoces a la persona con la que quieres compartir tu vida entera, no necesitas que pasen tres años o dos, incluso con dos días sabes que las cosas son suficientes—comenzó a explicar Max—Cuando conocí a Amanda, hace unos años, no se, algo cambio en mi, nunca he conocido a una persona tan dulce y buena como ella, nunca he sentido con nadie lo que ella me hace sentir con solo una palabra, quiero estar toda mi vida con ella, no dijo que nos casemos mañana pero si digo que quiero compartir con ella todo lo que pueda, casarme con ella es un símbolo, el compromiso es un símbolo, solo quiero que sepa que quiero estar por siempre en su vida—. —¿Que quiera mantenerse virgen hasta el matrimonio no tiene nada que ver?—. Max miro a su hermana, demasiado sorprendido por la pregunta. —No—. —Te apoyare hagas lo que hagas—le dejo claro Diana. Creo que no hay una norma entre hermanos, al menos no escritas, es como tener un amigo al que estas atado por siempre, de formas que nadie puede comprender, es una persona a la que te unes de maneras que jamás conectaras con otra persona, es una unión que solo los que tiene hermanos, pueden entenderlo. Los hermanos son algo demasiado molestos, son como el mayor grano en el culo del mundo, pero era de la misma forma la persona que más te apoyaba del mundo, esa persona que mataría por ti pero de la misma forma la que más te destruye mentalmente. —Gracias—comento Max. Beso la mejilla de su hermana para irse. Diana se tumbo en el sofá para seguir leyendo de la forma más tranquila y calmada que le permitieran. Cuando el timbre sonó. —Como te hayas dejado las llaves te vas a ir a la mierda—grito Diana mientras caminaba a la puerta. Una vez ahí la abrió, y no se encontró con su hermano, el dueño de la casa, sino con su novio, Marco Gala, la persona más hermosa del mundo y que Diana, en esos momentos más quería del planeta, no es que no quisiera a su familia, les quería demasiado, eran su vida entera pero las sensaciones que les dan sus padres, su hermano, son demasiado normales, demasiado comunes, algo que siente en demasiadas ocasiones pero el amor de pareja, no salía pasar muchas veces. —Hola—comento Marco. Diana miro a su novio. —Pasa—le comento la chica super tranquila. Marco entro a la casa tranquilo y se sentó en el sofá con su novia. Antes de que incluso pudiera hacer algo, agarro el libro que Diana estaba leyendo, y lo dejo en otro lado para que su novia no lo leyera, por mucho que Diana atendiera muy bien a todas las personas de su vida, pocas cosas harían que dejara de leer, le gustaba casi más leer que respirar, si no se había empezado un libro, estar con ella era demasiado sencillo pero cuando había empezado uno, estabas perdido. —Oye—se quejo Diana. Marco le dio un corto beso. —No seas tonto—pidió Diana intentando coger su libro. Marco la tumbo en el sofá sin muchos esfuerzos. —Debo terminármelo antes de ir a cenar—se quejo la chica. —¿Que cena?—pregunto el chico demasiado sorprendido. En ese momento, todos recibieron un mensaje, Amanda se había encargado de llamar en su mayoría a las personas pero Diana, como siempre era una persona que siempre era avisada por Max, no se sabe la razón pero la pareja llego a ese acuerdo, Amanda lidia con todos menos con Diana, es más, creo que las dos chicas se quieren más entre ellas que de lo que quieren mutuamente a Max. Aunque con avisar a uno de la pareja llegaba, si debías avisar a alguien lo mejor era avisar a Bianca antes que Bran, ya que el chico siempre diría que no, Amanda era la mejor opción como Peter, por mucho que se quisiera a Max y Liana, nunca cogían el teléfono, llamarles era como hablar solo, a diferencia de su hermano Sophie solía decir que si a todo, pero nunca tenía batería en el teléfono, no se la razón, le he preguntado pero no responde, en caso de hablar de Marco o Diana, no importaba a quien llamaras, esa pareja y la de Neha y Blake eran de las pocas que siempre respondía por muy ocupadas que estuvieran, pasara lo que pasara ellos estaban siempre dispuestos a coger el teléfono, que Diana te gritaba si molestabas, era algo que no se podía ocultar pero bueno, cogía el teléfono. —Vale—comento Marco riendo—¿Quién te ha avisado?—. —Mi hermano—. Marco miro a su novia. —No podemos negarnos—aviso Diana. —No me iba a negar—comento Marco. Diana miro a su novio. —Creo que mi hermano va pedir matrimonio a Amanda—. Ese comentario de Diana hizo que su novio la sentará en el sofá y se ganara toda su atención. —No puedo creerlo—comento Marco. —Te aviso, que como me pidas matrimonio antes de cumplir unos años de pareja, y vivir juntos por un tiempo—le aviso Diana. Marco la miro. —No pensaba hacerlo—dejo claro el chico. —¿Pedirme matrimonio?—pregunto intentando parecer molesta Diana. Marco se acomodo en el sofá y puso su mano en su frente desesperado. —No quieres esa conversación—le aviso. Diana miro a su novio demasiado sorprendida pero no dijo nada, para ser sincera no tenía muchas ganas de tener esa conversación, poca gente sabe si se quiere casar a una edad temprana, a diferencia de medio mundo y la mitad de la población femenina, Diana nunca decidió si quería casarse o quería tener hijos, nunca se había planteado eso, creo que se centro tanto en las historias que vivía en los libros que se olvido de preguntarse que quería en su vida, si tenía claro que quería unas pocas cosas, quería un gato, y una biblioteca, pero a decidido, cuando conoció a Marco, decidió que el amor es una cosa que quería en su vida. —Quiero demasiadas cosas—le reto Diana. Marco beso la mejilla de la chica bastante divertido. —Te quiero—dijo demasiado tranquilo. —Yo también lo hago—le dijo Diana. —¿Quererte o quererme?—. La pregunta era demasiado sorprendente, algo que la chica no esperaba, creo que nadie espera esa pregunta por lo que Diana sonrió, sabía bien la respuesta y sabía que Marco la conocía, creo que no era necesario responder, además, Diana no era una persona que diera mucho amor, pero entendía que Marco necesitara amor, el amor que ella le podía dar. Que una persona no puede dar amor, que no quiera darlo, no es una cosa que se deba hacer por mucho que quieras, dar amor no es malo, quizás empieces hacerlo y te guste. —No se, piensa—comento ella bastante divertida aunque esperaba que supiera la respuesta, o al menos se la imaginará. Marco beso dulce y lentamente a Diana. —Prepárate, te llevo a dar una vuelta y luego al lago— propuso Marco. Rápidamente, Diana se levanto y se fue con su novio para dar una vuelta por la ciudad.
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