Capítulo 7

3020 Words
Las reuniones familiares no son una de las cosas más bonitas del mundo, al menos no cuando las familias tiene problemas, las familias de Bran, Diana, Max, Sophie, Marco, Blake y Peter con sus hermanos, son quizás las familias más normales, son familias unidas que se quieren y se respetan por lo que una cena en su casa, no es conflictivo, hablar de cosas muy bonitas y no hay problemas, puede haber diferencias, pero siempre se solucionan de una forma u otra, las cenas con la familia de Bianca, antes de su muerte, eran una tortura, no tenía derecho ha hacer nada que con anterioridad su tío no hubiera autorizado, Liana vivia en una constante pelea con su familia por lo que en los últimos años, dejo de ir. Mientras que Neha nunca supo lo que es las navidades en familia, lo que son si pero la parte de con padres, no. Cinco de las seis parejas cogieron sus cosas, para irse todos al lago. Amanda decoraba la casa de forma histérica, haciendo que todo estuviera perfecto y dejando los regalos de la forma más bonita, sabía que parte bonita de la navidad era la decoración, pero sus manias y saber que sus amigos iban a querer beber dos o tres copas de más, lo iban a complicar, por lo que, lo mejor era dejar todo listo y que solo tuvieran que disfrutar, porque esa cena era para eso, un momento para olvidar todo y disfrutar sin pensar en nada más. Cada uno fue por su cuenta, Bran llevo a Bianca en uno de sus coches lujosos, Marco llevo a Diana en moto, después de dar una vuelta por la ciudad, Blake y Neha fueron en taxi hasta cerca de la entrada e hicieron el camino a pie, Liana le hubiera gustado ir en helicóptero pero Peter creyó que el coche era la mejor opción, Sophie y Thiago fueron en coche también, dejando cerca del lago, alado del coche de Max, una enorme fila de coches. Cada uno fue por su cuenta pero todos se juntaron en el lago. Las personas que nunca habían estado en el lugar, lo miraron bastante sorprendidas al no ver una casa, solo había un embarcadero, con muchos arboles y agua. —¿Dónde esta la casa?—pregunto Sophie demasiado sorprendida y sin ver una casa cerca del lago. —Mejor preguntemos donde mierdas están los dos idiotas—pregunto Diana molesta porque la hicieran esperar. El cielo estaba empezando ha oscurecerse, dando claras señales de que el mal tiempo estaba cerca de ellos sino es que estaba ya encima. —Como llueva les mato—comento Bianca molesta. No le importaba esperar. —¿Dónde os ha dicho que vengáis?—pregunto Liana. Marco saco el móvil para leer el mensaje. —Cena en la casa que tengo en el lago, no se puede decir no—leyó Marco. Amanda no mintió, ella les dio la información en el mensaje, al menos la que necesitaban, les dijo que había una casa y donde estaba, los detalles de que era una pequeña isla del lago donde se encontraba, no les dio todos los detalles ya que sabía que de esa forma, no iban a venir, no por miedos sino porque era un lugar incomunicado, pero al no decirles nada y al estar el mal tiempo encima, no iban a tener otra opción. Mentir era un pecado pero ocultar información no era uno. —La clave es como ha presentado la casa—comento Liana—La casa que tengo en el lago, esta en el lago explícitamente—. Todos miraron a Liana demasiado sorprendidos por todo lo que estaba pasando, todos menos Peter, Bran y Bianca que ya habían estado en el lugar. —¿Pero hay cobertura en ese maldito lugar?—pregunto Sophie demasiado molesta. —Parece vieja pero esta reformada—comento Peter. —Dudo que nos deje estar con los móviles—. Todos miraron a Blake por su comentario. —¿Que sabes?—le pregunto Diana sorprendida pensando que era la única que sabía de los locos planes de su hermano. Blake la miro. —No se a que te refieres, pero Amanda a organizado una cena de navidad, eso seguro tiene normas—comento Bran. Aunque esta claro que sabía algo, Peter y Bran eran los mejores amigos de Max, no creo que sea muy posible que alguno diera algún paso sin que los otros dos lo supieran, eran los malditos mosqueteros, uno para todos y todos para uno, luchaban juntos, se ayudaban, se apoyaban, si estaban juntos nada les iba a pasar, puede ser que Marco, Blake y Thiago andarán más perdidos pero conociendo a más algo les habría dicho para pedir ayuda. Pero claramente ellos no iban a tener ni idea de si Max se lo contaría a su hermana. —No importa la cobertura o las normas de Amanda, vendrá una tormenta por lo que haya o no, habrá enormes problemas con ella—comento Blake. Todos miraron a Blake sorprendido pero este no dijo nada, se limito a encogerse de hombros quitándole importancia al asunto porque para él, no la tenía. —¿Nos vamos a meter a un lugar perdido con mal tiempo?—pregunto Liana molesta. Neha no le importaba, estaba tan agradecida con Amanda que haría lo que ella quisiera. Diana sabía muchas más cosas que los demás, por lo que estaba demasiado tranquila, —No seáis idiotas—les aviso Diana. —Estoy con Diana, seguro que Amanda tiene algo planeado—comento Thiago. Diana le miro. —O Max—susurró Diana intentando que nadie la oyera, pero Sophie que estaba a su lado la pudo escuchar y le miro interesada, pero no le pudo hablar porque hablando del rey de roma. Max se acerco en una lancha. —¿Vamos?—pregunto Max. Algunos más convencidos y otros menos, se subieron a la lancha. —Tu novia esta loca—se quejo Liana. —Su prometida—corrigió Diana y todos la miraron. Max miro a su hermana de reojo y algo molesto porque no fuera capaz de guardar un secreto, no era a la única persona que se lo había contado pero a la que más dudas tuvo de hacerlo porque la chica no sabe estar callada, tuvo miedo que según lo contará llamara a todas las chicas pero espero que no lo hiciera, y no lo hizo hasta ahora, que no se pudo estar callada. Pero Diana no lo hizo de mala fe, o como venganza sino porque quería saber todos los detalles. Cuando asumieron lo que Diana había dicho, todas las miradas pasaron a fijarse en Max que conducía la gran lancha en silencio. —Max—le llamo Bianca con demasiadas dudas. —Dime—comento Max super tranquilo. —No seas idiota y habla—le grito Sophie a la quien su hermano tuvo que sentar para que nadie cayera del barco—¿Le has pedido matrimonio?—. Sophie hizo la pregunta que todos querían hacer pero se adelanto a todos haciendo que nadie más pudiera hablar. —Si—. Las respuesta de una sola palabra del chico estaban volviendo locos a todo el barco. —¿Vas a darnos explicaciones o te pegamos?—le pregunto Bianca. Las chicas se estaban alterando mientras que los chicos se mantenían bastante tranquilos, cosa que las molestaba más. —Le ha dicho que si, sino no estaría aquí—comento Neha. —Con lo raro que son, no te creas—comento Bran. Todas miraron a Bran. Bianca le pego. —¿Sabías algo y no me lo has contado?—le pregunto ella y se fue a levantar para pegarle con más fuerza pero se mareo por lo que se tuvo que volver a sentar. —Era secreto—se quejo Peter. Liana le miro molesta. —Mejor callaros—les grito Liana—Max, explícanos al cosa o te mato—le aviso. Max respiro, hizo un gesto y Thiago tomo el control del barco, se sentó y miro a las chicas. —Le he dicho que nos casemos—conto Max ganándose la atenta mirada de todas las personas del barco—Su respuesta ha sido que si—aviso antes de que cualquier persona se pusiera violenta. Todos aplaudieron emocionados. —Nos vamos a casar hoy—. Ese comentario de Max hizo que todos se callaran y le miraran sorprendidos, nadie se esperaba eso, ni los que sabían su emociones. —Peter tiene el titulo para casar y nos casara—explico. Aún así nadie salía de su asombro. —Nos vamos a casar de forma convencional más adelante pero siempre es lo mismo, las bodas no son para los novios sino que para las familias, quiero darle esa boda que ella decida como sea, que ella desee, ame y recuerde—. La intención de Max era buena pero eso no quitaba la gran locura de su plan. —¿Ha aceptado a eso?—pregunto Bianca demasiado sorprendida. Amanda no era una persona que siguiera los impulsos e instintos como el resto de la gente, sus decisiones eran demasiado pensadas y en ocasiones, reflexionadas con el cura de su parroquia, en este caso no hizo nada, se dejo llevar por la emoción, por sus deseos, por lo que quería para su vida, sin importarle lo que los demás opinaran. —No quiero un solo mal comentario—les amenazo Max, aparcando la lancha en el embarcadero de la casa. Todos entraron a la casa en silencio, la cual estaba demasiado decorada de forma navideña, el blanco y el rojo destacaban sobre todo. —Amanda—grito Max. La rubia apareció de detrás de unas decoraciones con el pelo despeinado y en chándal. —No te vas a casar así—le aviso Liana. Amanda miro a todos sorprendida y demasiado nerviosa sin entender que hacer o que decir. —Me he visto obligado a contarlo—explico Max. Amanda asintió. —No se como no nos has enviado un audio contándolo—reclamo Bianca. —Me he entretenido—se disculpo Amanda regalando una sonrisa. —Olvidemos eso—dijo Diana y se acerco a la novia. —Necesitamos empezar a prepararte—comento mirando a la chica y analizándola. Bianca llevo a todas las chicas a una de las habitaciones de la primera planta, ahí miraron a Amanda, no la iban a juzgar, no le iban a decir nada, solo la iban a preparar. —Necesitamos algo viejo—comento Bianca. —Max no cuenta—le aviso Sophie a Diana haciendo que todos rieran. —Mi abuela guarda aquí su vestido de novia—comento Amanda. Liana corrió por la casa para buscar el vestido. —Nos sirve como algo viejo—comento Bianca y miro a su amigo—Algo azul que no sean tus ojos—se quedo pensativa. Neha agarro una de las coronas azules de su mochila y se la dio a Amanda. —Es azul—comento Neha. —Tengo unos tacones perfectos para ese color—comento Bianca sacando unos tacones de su bolsa. Liana entro con un vestido enorme que fue con el que se caso su abuela. —Espero que a tu abuela no le importe unos cambios que haré en el vestido—aviso Liana. —No lo va volver a usar—le comento Amanda aunque no estaba muy convencida, y no es que le pudiera dar la razón a su abuela, porque si le contaba sobre esta boda, la iban a matar. —Se que no eres sueca, pero hay una tradición en la que ponen monedas en los zapatos de la novia—comento Sophie dándole unas monedas a Amanda. —Tú tampoco lo eres—le reclamo Diana. Sophie miro a su amiga. —Son monedas alemanas y francesas—comento Sophie—Es una forma de tener cerca a vuestras familias—. Amanda abrazo con fuerza a Sophie demasiado emocionada por ese pequeño detalle que era hermoso. —Gracias—susurró Amanda mientras intentaba no llorar. —Creo que ya tienes suficientes cosas prestadas—comento Bianca riendo. —No—dijo Diana y se acerco a Amanda para quitarse su collar y dárselo—Es el símbolo de mi familia, es el escudo que usamos en todas las cosas importantes—Amanda miro a Diana por ese bonito detalle—Se lo regalo el abuelo de mi abuelo, a su mujer, tenían una historia del estilo Romeo y Julieta, un amor prohibido y este fue señal del amor, no pudieron casarse, ella se embarazo, tuvo dos hijos pero no se casaron por eso usamos ese símbolo para cosas importantes, ya sabes reuniones y esas cosas, puede que sea una tontería pero es un collar que se pasa por generaciones en mi familia, si vas a ser parte de ella, es importante que lo tengas—. Aunque Amanda fue la única que lloro, todas se emocionaron por ese bonito detalle. —No hacía falta que me dierais nada, yo pensaba casarme descalza y en chándal—comento Amanda. Liana pego un golpe a su amiga. —No digas tonterías—se quejo Liana, y miro a su amiga—No voy a ser la única que no te de nada—. Liana se quito sus pendientes blancos y se los dio a Amanda. —Ya tienes todo—dijo emocionada Bianca. Las cinco chicas ayudaron a preparar a Amanda, las cosas son demasiado bonitas y emocionantes, para cada una de formas diferentes, Bianca estaba emocionada de que su mejor amiga estuviera viviendo la cosa, el momento más feliz de su vida, pero no lo estaba compartiendo con nadie, sino que lo hacía con ella, compartía con ella una de las cosas que siempre deseo, eso le hacía demasiado feliz, porque Amanda era demasiado importante para ella, la hermana que nunca tuvo. Liana se sentía demasiado feliz, le gustaban las bodas, eran para ella de las mejores cosas del mundo, sobre todo por todo los vestidos que podía hacer y reparar, para ella eso era de las mejores cosas del mundo, pero que lo hiciera por su mejor amiga, le gustaba más. Sophie estaba feliz, porque amaba las bodas, Diana odiaba las bodas pero que fuera su hermano el que se casara con una de las personas que más quería, una de las personas que más le ayudaba y mejores cosas sacaba de ella, era una cosa que la hacía demasiado feliz, Neha estaba feliz de ver a las personas que quería y eran importantes para ella feliz, no le importaba nada más y Amanda por su parte, estaba demasiado emocionada, no podía pensar en tras cosa, solo podía pensar en lo hermoso que era unirse a la persona que quería en una de las formas que Dios contempla, no neguemos que las cosas que vienen con ello también la emocionaban. Por su lado los chicos, eran otra cosa. Nervios y estrés se apoderaban de ellos. A ninguno le importaba mucho la boda, pero estas como con los nacimientos y embarazos, tienen un efecto algo molesto, digámoslo que es un efecto llamada, por este cuando la gente que te rodea empiezan ha hacer esas cosas, sin tu saberlo se te crea esa necesidad de hacerlo ellas también, por lo que este podía ser el principió de una serie de bodas y después bebes. Pero eso no importaba. —¿Estáis listas?—pregunto Bran en la puerta de la habitación en la que estaba las chicas. Todas salieron para ir dejar paso a Amanda. —¿Me permites llevarte donde el novio?—pregunto Bran. Amanda sonrió, si de todas las personas que estaban en ese lugar había alguien que quisiera que la llevara al altar, era Bran, pueden decir lo que sea, pero Bran es el mejor amigo de Max y con Amanda tiene una conexión demasiado especial, una que le hace él más indicado para llevarla al altar, o incluso dar los anillos. —Sería un honor—. —Vamos cenicienta—comento Bran. Amanda agarro el brazo de Bran, sonriendo los dos por mucha felicidad. Los chicos habían hecho un pequeño pasillo para llegar a unas mesas que habían puesto como altar, la cosa no era igualar lo que sería una iglesia sino dar un poco de emoción a lo que sería la pequeña ceremonia y después la fiesta. —Si quieres huir, te saco cuando quieras—le aviso Bran a la chica mientras caminaban por el pasillo con la canción que Max le compuso a Amanda y la que sonó en la radio. —Creo que esta es la mejor decisión del mundo que he tomado—comento Amanda. —Por mi salud, debo cuidarte a ti para que mi novia este feliz, por lo que si quieres que le mate, o dejar de ser su esposa, haré lo que sea—le dijo Bran. Amanda río. —Estoy demasiado segura de esta decisión, de que quiero pasar el resto de mi vida con él, nunca he estado tan segura de algo—dejo claro Amanda aunque podía decir muchas más cosas. Esto era solo el comienzo de su vida como adulto, era el comienzo de algo demasiado importante en la vida de todos ellos. Aunque ellos no lo sabían aún, mi madre ya estaba esperando a que llegará nueve meses después. En muchas ocasiones siento que yo provoque que mis padres se casaran, pero cuando les veo a día de hoy, locamente enamorados como el primer día se que cada cosa, que mi momento de llegar eran los indicados, quizás nunca seré la gran patinadora que es mi tía, o nunca sere la mujer de la mafia que es mi madre, pero me han dejado tantas enseñanzas los amigos de mi padre, que tengo claro que sere la mejor versión de mi misma. Pero eso, es otra historia.
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