Un año después
El amor es algo que nadie puede controlar, es algo demasiado complicado no lo voy a negar. Ha pasado un año desde que Blake se colgó del puente, las cosas han pasado demasiado rápido, Blake seguía siendo mi novio y obviamente seguía siendo director de cine, no iba dejar su sueño por mi, eso era una locura por lo que no era una opción. Me cambié de carrera universitaria para estudiar historia del arte, amaba las clases que tenía, era demasiado divertido, y me dejaba mucho tiempo para dibujar, aunque seguía saliendo con Blake, seguía viviendo con Sophie y Diana. Las seis parejas seguíamos juntas pero ninguna había dado el paso de vivir juntos, no porque no quisieran sino porque lo mejor era ir despacio yo creo. La pareja que mejor iba era Max y Amanda, eran la ternura y la comprensión en persona, me sorprendía que no estuvieran casados y con cincuenta hijos porque eran demasiado perfectos el uno para el otro, y por su caracteres los que más peleas tenían pero seguían juntos eran Bran y Bianca, pero no voy a negar que Sophie también volvía loco a Thiago, el carácter de los irlandeses era demasiado fuerte, estaba claro que tenían que ser demasiado fuertes por su trabajo pero en ocasiones daban miedo, Marco y Diana estaban bien, era con los que mejor me llevaba, a ver que nos fuéramos todos los domingos a comer a casa de los padres de Marco y Blake tenía mucho que ver pero me llevaba bien con todos, Liana seguía sin hablarse con su familia por lo que en cierta forma, Peter se había vuelto su familia y la familia de él eran parte importante en su vida.
¡Ah! Y por fin tengo móvil, al final me decidí, no estoy acostumbrada a mirarlo mucho pero era algo que tenía que tener, para poder comunicarme con la gente. A demás, la gente me había dejado de molestar, ya no recibía tantos insultos como antes, era algo que me agradaba aunque seguía sin tener r************* , era algo que me agobiaba demasiado. Estaba en mi cama, aunque debía estar preparándome, porque hoy teníamos una cena las seis parejas en la casa de Bran, que era la más grande, por lo que era donde mejor íbamos a entrar todos sin problemas.
—Venga, Neha vístete—me ordeno Sophie.
Me senté en la cama y la mire.
—No me apetece—le dije.
Sophie me miro sorprendida.
—No me importa—me dijo y la mire sorprendida—Te vas a levantar de la cama, te vas a poner un vestido mono o te agarro de los pelos y te visto yo—me aviso Sophie.
La mire sorprendida. Este año viviendo con Sophie, aprendí muchas cosas de ella, por lo que no lo iba a dudar en ningún momento que fuera capaz de hacerlo. Hace unos meses Diana se enfado con Marco porque se olvido de su cumpleaños, que no se olvido solo le estaba preparando una sorpresa mayor, pero como Diana no sabía esperar se enfado con él, no quería ir, y Sophie sabía de la sorpresa la agarro de los pelos y la vistió, no va de broma, la agarro de la forma que pudo para llevársela a la cita con Marco, bueno a la sorpresa, que al final Diana se dejo de enfadar pero casi nos pega a todos.
—Voy—le dije sin dudarlo porque sabía que era muy capaz de dejarme calva.
Me levante de la cama para respirar hondo, abrí mi armario para mirar que ponerme, por suerte mi armario había crecido, Liana le gustaba hacernos ropa por lo que siempre teníamos ropa nueva para ponernos. Me puse un vestido rosa que me hizo hace poco, era demasiado mono, era largo y de tirantes, era verano así que era lo mejor para no morir de calor.
Me deje el pelo suelto.
Este año había pasado muchas cosas, había descubierto mucho de mi familia real, me había enterado que mi madre biológica era una niña india de quince años que fue violada y su familia la quería casar con su violador, un hombre de treinta años, mayor que ella, una crueldad. Había intentado ponerme en contacto con ella, pero no lo conseguí, la enviaron a la india, creo que ella me dejo en el orfanato para que tuviera una buena vida en Estados Unidos, para que no tuviera que vivir atada a la religión como lo estaba ella, casada con un hombre mucho mayor que ella que no la quería, ni ella le quería a él solo porque el hombre era un depravado.
Descubrí todo eso ya que Blake me regalo uno de esos estudios de ADN que te dicen de donde eres, todo el mundo me decía que parecía india o musulmana por lo que me dio la curiosidad, en ese estudio había registros de que tenía una posible prima en New York, no podía estar más lejos, comenzamos ha hablar y me conto todo, no nos hemos visto en persona pero si hemos hecho varias videollamadas, me gustaría conocerles en persona pero no es algo que este en mis planes actualmente, quiero esperar, quiero ver como son las cosas para arriesgarme a conocerles, no quiero una decepción en mi vida. Mi relación con Parker y Isabella no ha cambiado en este año, seguimos sin hablarnos, ellas creen que soy mala por no ayudarles a ser famosas y yo creo que no debo manipular a Blake porque ellas quisieran, no me sentía cómoda utilizándole así, por lo que ellos preferían no hablarme hasta que recapacitara sobre lo que decidía, por lo que hablábamos poco.
Salí de la habitación para ver a Diana con un vestido morado y Sophie con uno amarillo.
—¿Por que no podemos ir en chándal?—me queje.
Diana me miro.
—Preciosa—me dijo Sophie lanzándome un beso.
Esa chica si que me subía la autoestima.
—Max nos ha pedido que vayamos guapas—comento Diana.
La mire.
—Como le pida matrimonio a Amanda sin avisar, le pego—comento Sophie.
La mire.
—Si lo va ha hacer no nos lo diría—le avise.
Miramos a Diana.
—No haría nada sin avisarme—dijo Diana y la miramos—Es mi hermano, me lo consultaría todo además que no se casaría sin el anillo familiar y no lo ha pedido—comento.
La mire.
—Que tu lo sepas—le dije.
Diana me miro.
—Como me haga eso, le pego—comento Diana.
—Bueno, quizás solo le pide que se muden juntos—comento Sophie.
Diana nos miro.
—Que no va ha hacer nada sin decírmelo, es imposible—se quejo Diana.
La mire impresionada.
—Quizás nos ha dicho Max que nos pongamos un vestido pero la sorpresa es de otro—comente.
Diana me miro.
—Espero porque no me haría gracia—dijo Diana.
Diana odiaba las sorpresas, se ponía nerviosa cuando las cosas se le salían de control, era una cosa que no controlaba, se ponía demasiado mal cuando la gente hacía cosas sin avisarle por mucho que luego le gustara o se enamorara de la sorpresa, no le gustaba que le hicieran pasarlo mal, por no saber las cosas.
—Como odio las sorpresas—se quejo Diana.
La mire.
—No digas tonterías, que te aseguro que sea lo que sea te va gustar y te vas a arrepentir de enfadarte de ante mano—le aviso Sophie.
La mire.
—¿Sabes algo?—le pregunte.
Sophie nos miro.
—Pues no, he intentado sobornar a mi hermano para ver que me dice pero nada, silencio—se quejo Sophie.
No es que me extrañara el que nos hicieran quedar para cenar, era muy común que una vez al mes quedábamos para cenar pero era en un restaurante o en una casa pero no nos hacía vestir de forma elegante sin darnos pistas por lo que era lo que nos sorprendía, podía ser que no significara nada, no lo niego pero es que me ponía nerviosa.
—Vámonos—dijo Diana.
Salimos del apartamento para ver fuera del suyo a las otras tres chicas, que iban también con vestidos pero cada una de un color, haciendo que ninguna repitiera color, era demasiado curioso, Bianca iba con uno rojo, Liana con uno verde y Amanda con uno azul, eran como las supernenas, bueno la versión mejorada.
—Pero que guapa somos—comento Liana moviendo su pelo cual diva.
La mire sorprendida, Liana era mi persona favorita en este mundo, ella dejo a su familia cuando la hacían daño y sin dudarlo comenzó a vivir la vida que ella quería sin importarle lo que le dijeran, un ejemplo a seguir, aunque no voy a mentir que sigo siendo más cercana a Amanda que a ninguna por la unión que tenemos por la religión, aunque yo me estaba acercando más a la religión de mi familia biológico, pero aun así seguía siendo como mi hermana mayor.
Liana se acerco a mi y me coloco bien la cintura del vestido.
—Este vestido esta hecho para que Blake se quiera morir por besarte—me dijo.
Le mire.
—¿Te das cuenta que no todo en la vida son besos?—pregunto Amanda.
La mire.
—Cariño, eso no importa eso, lo que importa es que los chicos se mueran al vernos por hacernos ir en vestido—comento Liana.
Reímos porque era demasiado complicado que Liana le afectara tanto el ir con vestido.
—Pretendes llegar y no hacerles caso—dijo Bianca.
La mire.
—Si—dijo Liana, y acomodo el pelo de Sophie-
Nuestra estilista personal.
—Apuesto cinco dólares a que es la primera en besarle—comento Amanda.
La miramos.
—Que poco confías en mi—se quejo Liana.
—Vamos a ir viendo—comento Bianca.
Todas la miramos.
—Vamos a ir a esa cena para ver que quieren, y luego vemos que hacemos—dijo Bianca.
Las seis salimos de la casa, para subir al coche de Bianca que era el más grande. Nos subimos el coche, para que Bianca condujera a la casa de Bran, voy a comentar que conducir con tacones era la cosa más complicada del mundo y ella lo hacía como si fuera la cosa más sencilla del mundo, envidia me daba.
Llegamos a la casa de Bran y Bianca aparco el coche en la calle para que las seis saliéramos del coche.
Unos chicos se pararon enfrente nuestro y nos miraron.
—Que guapas—nos dijo un chico.
—Nadie a pedido tu opinión—les dijo Liana.
Liana era demasiado borde, no voy a negar que en ocasiones nos ayudaba a no tener problemas o a solucionarlos pero asustaba demasiado a las personas, y este fue el caso, los chicos se fueron demasiado impresionados y creo que con algo de miedo, pero es que creo que Liana nos evito una conversación incomoda.
Caminamos a dentro del edificio y como era el ultimo, subimos en ascensor, porque perdonar pero subir en tacones veinte pisos no era mi pasión, y creo que la de ninguna mujer porque para que mentir, terminarías con los pies muertos y no era la mejor forma de empezar la noche.
Llegamos al piso y el mismo pasillo estaba decorado con globos.
—¿Quién esta embarazada?—pregunto Sophie molesta mirándonos a todas.
Nos miramos sorprendida, nos miramos entre nosotras, sorprendidos por la pregunta de Sophie.
—Yo no—dijo Amanda levantando las manos—No voy a hacer nada hasta el matrimonio—aclaro.
La mire.
—Yo igual—dije sorprendida por la pregunta.
—Me niego a tener un mini Bran, ya aguantar a uno es mucho como para tener dos—se quejo Bianca.
—¿Por que sigues con el si no le aguantas?—pregunto Liana.
Bianca le miro.
—Le quiero—dijo ella como si fuera algo obvió.
Reímos porque esto era demasiado sorpresivo, me refiero a ver como Bianca sentía a mor odio por Bran en un mismo momento, creo que era la única de nosotras que aún le costaba decirle te quiero a su pareja pero era la única que había matado por él, y más de una vez.
—A ver si se lo dices—comento Sophie—Que el pobre va sufrir un infarto si sigue intentando que le quieras—añadió.
Bianca negó, creo que no era una cosa de no quererlo, sino de que ella no creció con amor, con amor de pareja, y creo que con ninguno de ellos, no hay que ser muy inteligente para saber que en muchas ocasiones era mejor no tener familia que tener una que no te quería y lo pasabas peior con ellos que sin ellos, para que mentir.
—Dejemos las tonterías, nadie esta embarazada y nadie se va casar, solo nos quieren volver locas—dijo Diana y camino con determinación para tocar el timbre.
La puerta se abrió sola como si estuviéramos en una película de terror.
—Quien me de un susto se va llevar un puñetazo enorme—grito Diana a dentro de la casa.
Reí.
—A ver lista entra tu primero—me dijo Diana.
Le mire.
Sin miedo, bueno sin miedo aparente agarre uno de los paraguas de Bran que tenía en la entrada.
Todas me miraron.
—Hay que protegernos—les dije.
Todas rieron.
Camine entrando yo primero, para ver todo la casa a oscuras.
—Creo que hemos llegado demasiado pronto—se quejo Sophie.
Le mire.
—Les mato—comente.
Bianca que se canso de vernos asustadas como niñas pequeñas, agarro y encendió la luz para ver en el comedor la mesa puesta y los chicos de rodillas.
—Levantaros, y dejar de hacer el ridículo—les dijo Liana que se acerco a la mesa para servirse una copa de vino.
Los chicos nos miraron.
—Que no me pienso casar con menos de dieciocho años—se quejo Diana.
Marco rio y se levanto.
—Has jodido la escena—se quejo Thiago levantándose también.
Diana se acerco a Marco y le golpeo, le pego con fuerza.
—No me hace nada de gracia que hagáis esto—comento Diana.
—Era una broma—dijo Peter levantándose.
—Blake—le grite.
Mi novio se levanto y se acerco a mi para abrazarme.
—No voy a casarme—le aviso Bianca y Bran la miro—Pídelo si quieres pero vas a tener un no—le aviso.
Bran se levanto.
—Cariño, no tengo ganas de que me peguen—le aviso Bran señalando a Sophie.
—Como yo no este en la elección del anillo, te mato—le aviso Sophie a Bran haciendo reír a Bianca.
Amanda miro a Max sin entender porque seguía de rodillas.
—Que me niego—dijo Diana molesta.
Max la miro.
—Se me ha dormido la pierna—se quejo Max haciendo reír a todos.
Amanda se acerco a él para ayudar a levantarse, Max se tambaleo un poco porque tenía las piernas dormidas y era una escena muy graciosa porque Amanda era más pequeña que Max y era una escena divertida.
Los doce nos sentamos en la mesa y Bran nos sirvió vino a todos, mire a los chicos que iban en traje, me hizo gracia que ellos también fueran con trajes.
—¿Por que hemos tenido que venir tan elegantes?—pregunto Diana.
Max rápidamente le quito el vino a su hermana quien le miro sorprendida.
—Tú no bebes—le aviso.
Diana miro a su hermano.
—Déjala, que hoy es un día especial—comento Bran.
Todas miramos a Bran.
—¿Qué pasa?—pregunte sin entender nada.
Me estaba asustando demasiado, los chicos estaban raros desde hace un mes, de lo normal al menos quedábamos tres veces a la semana, pues este mes no quedamos muchos días, creo que si quedamos dos en todo el mes era demasiado, por lo que todo esto era demasiado sorprendidas de que nos llevaran a casa de Bran todos juntos.
— Tenemos demasiadas buenas noticias—comento Bran.
Le mire.
—Vale, vamos por partes—comento Sophie.
Mire a todo el mundo sin entender nada.
—Como decía Jack el destripador—dijo Diana.
Todos la miramos.
—Creo que nos estamos alterando demasiado—comento Blake.
Le mire sorprendida.
—Lleváis un mes ignorándonos así que hablar—dijo Liana molesta.
Mire a los chicos, Peter se levanto y le dio un sobre a Liana quien le miro sin entender nada, todas la miramos con demasiadas dudas, creo que nadie entendía que estaba pasando.
—Abre el sobre—le grito Sophie nerviosa.
Liana abrió el sobre para mirar que eran unos papeles, los leyó y sus ojos se abrieron como platos.
—Esto tiene que ser una broma—dijo Liana.
—Nop, llevo tres meses trabajando en esto—comento Peter.
Liana miro a su novio sorprendida.
—¿Enserio?—le pregunto Liana.
—Si—dijo Peter.
Liana salto a abrazar a Peter llorando, me acerque a los papeles para agarrarlos y leerlos.
—¿Qué pone?—me pregunto Diana.
Liana estaba llorando, cosa que no era normal en ella.
—Ahora si que me caso con él—dijo Liana llorando.
—Le ha comprado la revista de su familia—dije sorprendida.
La empresa de moda de los Miller iba bien, pero cuando se enteraron que Liana dejo de participar en la empresa que era donde supuestamente trabajaba, la gente dejo de comprar la revista. Por suerte fueron inteligentes y separaron los negocios, haciendo que al arruinarse la revista no se arruinara la empresa de moda o la revista cuando una fallara, Liana siempre quiso tener el control de la revista y ahora Peter la había comprado y puesto a su nombre, Liana era la dueña total de la revista de su familia, la que siempre amo.
—Tengo trabajo—comento Liana llorando.
Todos reímos.
—Siempre hubieras tenido trabajo conmigo—le dijo Peter abrazándola y besando su cabeza.
—Pero es que esto es mejor que verte todos los días—dijo Liana llorando.
Peter la miro sorprendido pero al ver la ilusión de su novia no dijo nada.
—¿Pero puedo seguir diseñando ropa?—le pregunto Liana.
Peter la miro y beso su nariz.
—Como iba a no contar con mi diseñadora favorita—dijo Peter.
Le dio un corto beso a Liana que sonrío.
Ellos eran el claro ejemplo que las historias de familias enfrentadas no debían terminar siempre mal, era una pena que Liana no tuviera relación con su familia pero era porque su hermana era demasiado testadura, por lo que no la iban a perdonar la supuesta traición que era el salir con Peter, pero es que la hacía feliz, ver la cara de Liana cuando Peter estaba a su lado era una fantasía, era demasiado mono, sobre todo ella porque se le quedaba mirando como tonta bueno y no hablar de como le miraba él cuando ella dibujaba, eran una de mis parejas favoritas, que era muy complicado, porque no paraban de pelearse pero eran demasiado monos, además que compartían una pasión, que cosa era más bonita en una pareja que eso.
—Yo también quiero mi regalo—dijo Diana emocionada.
Marco la miro.
—¿Quién dice que todas tenéis regalos?—pregunto Marco.
Diana la miro molesta.
—Como nos hayáis tenido un mes solas en casa, comiéndonos los mocos para no darnos nada, te aseguro que la hostia que te voy a dar es pequeña—le aviso Diana.
—Yo no necesito nada—comento Amanda.
Todos la miramos, todos queríamos algo, estaba claro por lo que habría algo que deseaba aunque no lo dijera.
Max se levanto y se acerco a Amanda para darle un sobre.
—Puede que creas y digas que no quieres nada, pero estoy seguro de que esto si lo quieres—le dijo Max a Amanda.
Amanda abrió el sobre no muy convencida y pego un grito, para después abrazar a Max, sabía lo que era hace dos meses la academia de baile en la que había estudiado cerro porque la dueña se jubilaba y las hijas no creían poder continuar sin ella, además que ninguna era bailarina, no de forma en la que pudieran llevar bien el negocio y las deudas eran algo que las sobrepasaban, por lo que comprendía que vendieran la empresa, pero Amanda aunque quería que salvara la empresa no le dio tiempo a comprarla, ya que al parecer Max lo hizo por ella y lo puso a su nombre.
—Lo que más amas es bailar, por lo que no hay nada mejor que darte un lugar donde hacerlo y enseñarlo a los niños pequeños—comento Max, Amanda le miro con cara de ilusión—Además que amas a los niños y pasar tiempo con ellos, así que así mejor, tienes todo lo que te gusta en uno—comento.
Amanda acababa de terminar la universidad y estaba empezando a trabajar como jefa de campañas en la empresa de su familia, pero creo que trabajar en la academia de baile le hacía algo más de ilusión.
—Un diez como novio y un cero como hermano—comento Diana, que miro a Marco.
Marco miro a todos con miedo sin saber que hacer, creo que el pobre se iba meter en un enorme jaleo solo porque no sabía como llevar a su novia.
—Te he comprado una librería—comento Marco y le dio un sobre a Diana que lo abrió todo nerviosa.
Diana leyó el documento en silencio.
—Vale, me estas diciendo que soy dueña librería que tiene acuerdos con editoriales de todo el mundo y que puedo hacer lo que me de la gana con el sitio y los libros—comento Diana.
Todos miraron a Marco y Diana.
—Si—comento Marco sin entender nada.
Diana amaba los libros, creo que era una de las cosas que más amaba en el mundo, se pasaba el día leyendo y en ese mundo, bueno y el tiempo que no se pasaba leyendo se lo pasaba haciendo reseñas de libros cosa de la que se puede ganar dinero comentando libros, cosa que Diana hacía con demasiada frecuencia, creo que al día hacía una critica, aunque fuera de libros cortos, algo subía. Era demasiado determinada con eso de leerse todos los libros del mundo posible, los iba haciendo por orden, ahora que orden seguía era cosa de ella.
—Amas leer y ordenar libros, creo que llevar una librería es lo que mejor podrías hacer, aunque sea para leer antes los libros, ya sabes los que envían los editoriales—comento Marco.
La cara de Diana era de sorpresa, creo que solo asumió que iba tener muchos libros en su poder y acababa de recibir la noticia de que iba leer libros antes que los demás le hacía demasiada ilusión, creo que para cualquier lectoras, leer los libros antes que el resto del mundo era lo mejor del mundo, creo que era un demasiado animada.
—¿Todos nos habéis comprado un lugar?—pregunto Bianca sorprendida.
—No—dijo Bran—Yo no te he comprado nada, que no te lo has ganado, solo he puesto mi casa—comento Bran.
Todos le miramos sorprendidas.
—Claro, como no te he comido el culo—se quejo Bianca.
Todos le miramos sorprendidas.
Mire a Blake, estaba nerviosa por lo que me pudiera dar, dejo un sobre en la mesa y me miro.
—Cuando quieras lo abres—me dijo.
Le mire.
Había dos posibilidades, que me hubiera comprado el orfanato en el que nos criamos, como forma de decir que para el ese lugar era importante, pero eso no era algo posible, el orfanato iba demasiado bien, no era algo que fuera posible, no porque Blake no tuviera dinero, sino porque el orfanato no se vendía.
—A la mierda—dijo Diana y agarro el sobre.
Abrió el sobre para mirar el papel y luego mirar a Blake.
—Te ha comprado una galería de arte—se limito a decir.
La mire.
—¿Que?—dije y sin dudarlo agarre los papeles que estaban dentro del sobre para mirar lo que hay ponía.
—Cuando vamos a las galerías de arte siempre comentas que hacen mal las cosas por lo que en esta las podrás hacer como desees—comento Blake.
Le mire sorprendida.
—Dios—dije—Esto es demasiado, no se si queréis que nos casemos con vosotros o que nos muramos porque esto es demasiado—dije.
Sophie me miro.
—Que a mi no me han regalado nada—se quejo.
Todos miramos a Thiago, a ver sabíamos que a Bianca le importaba poco que no le dieran regalos, ella tenía el dinero suficiente para comprar lo que quisiera cuando quisiera, es más la semana pasada se a comprado un avión por lo que dudo que Bran pueda comprarle algo que ella no tuviera o no se pudiera comprar.
—Si tienes de todo—le dijo Diana a Sophie, ella le miro molesta.
—Pero quiero un regalo—se quejo Sophie.
Thiago miro a Sophie, que le dio un papel.
Sophie le miro molesta.
—Y yo no tengo sobre—se quejo casi llorando.
Sophie era la reina del drama.
—Mira el maldito papel—le dijo Thiago.
Sophie lo miro y casi se cae de la silla.
—¿Me vas ha hacer una pista de hielo?—le pregunto Sophie casi llorando.
Thiago le miro.
—Alado de mi casa se vendía un terreno, lo he comprado y voy ha hacer una piscina y una pista de hielo la cual es tuya si la quieres—explico Thiago.
Sophie le miro.
—No voy a mudarme contigo—le dejo claro Sophie.
Todos reímos.
—No tienes que hacerlo, solo vienes cuando quieres y patinas, te doy las llaves si quieres—comento Thiago.
Los chicos me habían dejado demasiado impresionada, estos detalles que habían tenido con nosotras eran demasiado monos, no voy a negar que llevábamos un año y cada vez la relación eran más serias, pero eso no era razón para que nos nos regalar este tipo de cosas, enserio, era demasiado pero no me iba quejar, para que mentir.