Pov. Andrew
Después de lo ocurrido en el Bar con esa extraña mujer no he podido sacarla de mi mente, su aroma era exquisito y que decir de la sensación de sentir su cuerpo junto al mío, su suave piel y esos besos que me dejaron con ganas de mucho más, pero después con lo que salió me hizo perder completamente el encanto, con esa simple acción tuve la percepción de que es de las típicas mujeres que sienten y piensan de una manera para al momento de hablar se contradicen así mismas, así que con esas es mejor no arriesgarse.
Después de una larga jornada de trabajo decido llegar a la oficina de mi padre para darle mi última respuesta ya que al parecer me sigue considerando un soberbio, prepotente y arrogante hombre que solo piensa en sí mismo y si eso es lo que piensa de mí, así será.
- Bien, aquí me tienes, qué es eso tan importante que debes decirme (me entrega unos documentos)
- Léelos por favor, colocas tus condiciones, si estás de acuerdo lo firmas y llegas a la cena.
- Bien, por lo visto no pretendes escucharme, si así lo quieres así será.
Salgo de la oficina furioso por la forma como mi padre desea manejar mi vida, independientemente de que forma la lleve, solo yo puedo determinar mi camino y lidiar con las consecuencias de esta.
Ha llegado el día de la dichosa cena, al principio había decidido no ir, pero luego de analizar bien la situación es bueno que deje algunos puntos claros e informar mi decisión, la cual sé que no será muy agradable.
Ya en dicha cena me presentan al resto de la familia que no conozco, la verdad son personas muy amables y sus hijas encantadoras, aunque Samara por lo visto es algo arrogante y prejuiciosa, situación que me parece graciosa porque con el resto es amable, pero a mí me observa con hostilidad.
Después de terminar, volvemos a la sala de estar y entre conversaciones he ido recordando un poco situaciones del pasado que había olvidado, lo que hace agradable la plática hasta que el sr. Adams nos invita a su despacho.
Bueno llegó la hora de la verdad, no sería mucho sacrificio casarme con Galia, sería muy provechoso ese matrimonio, pero tampoco lo deseo, entramos al despacho y cada uno toma asiento.
- bien Andrew, qué te parecieron mis hijas
- muy hermosas y agradables sus hijas sr Adams
- la verdad es que si, y Samara es un encanto
- así es, es una mujer independiente, inteligente, y hermosa (puede ser inteligente pero su prepotencia y arrogancia la hacen perder toda su belleza)
- en qué piensas hijo
- nada padre, cosas de la empresa
- bien, vayamos al tema a tratar, ¿Andrew aceptas todas las condiciones del contrato?
- Para ser sincero me gustaría saber quién sería mi posible esposa
- Pero… (el Sr. Adams lo detiene)
- perfecto permíteme llamar a tu futura esposa.
Este sale del despacho y yo quedo un poco ansioso por qué no sé qué pasará, la puerta se abre nuevamente y allí quedó yo, con mi mente nublada, pero su sonrisa de burla me saca del trance, en definitiva, no creo que pueda llegar a sentir algo por una mujer como esta.
- hijo te presento a tu futura esposa, Samara
- nos podrían dejar a solas por favor
- por supuesto hija, deben empezar a conocerse
Salen ellos y allí quedo yo con unas ganas inmensas de gritar por qué a mí y quedó más desconcertado cuando ella empieza hablar.
- ¿me imagino que ya mi padre te ha entregado el contrato?
- así es
- adelante soy toda oídos
- ¿qué esperas escuchar?
- Tus condiciones, porque me imagino que al verme has decidido colocar algunas por no decir muchas (sonríe con burla)
- Creo que eso está de más, porque aún no he aceptado este matrimonio
- Si estás aquí es porque así se ha decidido, así que no veo el motivo para querer tomar esta actitud de hombre sufrido por que no le fue asignada una mujer de pasarela para ser su esposa. (vuelve a sonreír con burla, que este es su juego, bien juguemos)
- Bien (veamos tu reacción) 1. no abra contacto físico de ningún tipo al menos que sea necesario, 2. estaremos casados solo por 1 año simplemente diremos que no funcionó y listo
- mi principal condición es que durante el tiempo que estemos casados ninguno de los dos podrá estar con alguien más
- Eso no es nuevo para mí, ¿si no aceptó esa condición? (sonríe nuevamente con burla, creo que jamás podría enamorarme de una mujer como esta)
- no cariño, tú a mí no me vas a dejar en ridículo como la cornuda del país, ya conozco tu prontuario y créeme no es nada agradable para mi gusto, además que si no cumples me quedaré con la mitad de tu fortuna y la mitad de tus acciones, eso sería una excelente compensación por mi sufrimiento (finge tristeza y angustia, esta mujer es una bruja)
- ok ya entiendo, quieres hacer eso para que al final quiera estar contigo ya que no voy a poder estar con alguien más, no necesitas ese truco barato yo puedo hacerte el favor y seguir con mi vida tal cual.
- no seas engreído, ¿por qué desearía estar con un hombre que probablemente su ego sea más grande que de lo (mira hacia mi entrepierna, lo que me hace sonreír) que presume, soy mucha mujer para ti
- no acepto esa estúpida condición
- está bien, hablaré con nuestros padres que no habrá matrimonio y que adem… (no la dejo terminar de hablar y la tomo fuerte del brazo quedando nuestros cuerpos a escasos centímetros, ese perfume lo conozco)
- escúchame bien, no me interesas, jamás me interesaría una mujer como tú que presume ser mejor que las demás, cuando lo único grande que tiene es su prepotencia y arrogancia.
- me sueltas (la suelto de mala manera) que sea la última vez que me tocas, y firma el contrato, no quiero sorpresas
- (no sé por qué se parece tanto a la diosa de anoche, pero es imposible una no tiene nada que ver con la otra) no puedo firmar algo que no he aceptado, además ¿Por qué tanto odio?
- no te odio, simplemente no me agradas
- Ok, ya somos dos, y te adelanto de antemano que no habrá tal matrimonio
- De que hablas, no te quieras pasar de listo conmigo
- (está mujer es bruja o que) bien, llamaré a nuestros padres
Al llamarlos estos entran al despacho con una sonrisa tipo guasón que da miedo
- ¿está todo bien?
- sí padre, todo perfecto, verdad querido
- (está mujer es bipolar o que) si todo muy bien
- me alegra hijo, que tal si hacemos un brindis por ello
- No hay motivos para celebrar (la sonrisa de todos se borra de sus rostros)
- ¿Qué quieres decir hijo? ¿dime que esta es una de tus bromas de mal gusto)
- No lo es, te dije que no quería un matrimonio de este tipo y muchos menos con una mujer que no conozco
- Pero hijo, se pueden conocer con el tiempo
- Lo siento mucho Señora, pero su hija no me interesa como mujer y mucho menos viendo de lo que puede ser capaz de hacer solo para salir beneficiada con todo, no me interesa tener por esposa a una mujer doble cara (sus ojos se abren en sorpresa) permiso
Salgo de esa casa sin mirar atrás, sé que muchas personas se engañan con mi aparente forma de ser, pero no soy un hombre que juzga a los demás por su forma de vestir o su aspecto físico en general, eso al final solo lo saben aquellos que me llegan a conocer verdaderamente.