Cuatro meses pasaron volando junto a Harry, y cada vez yo estaba más embarazada, jamás me había visto así de enorme; era increíble como mi vientre había crecido ya solo faltaban dos meses para dar a luz. Y si era niño.
Gracias a Dios Harry no había cambiado conmigo, siempre al regresar del trabajo me traía tres tipos de comidas: saladas, picantes, o dulces. Todo dependiendo de mis antojos.
Este mes había sido muy difícil para mí ya que mi espalda dolía como el infierno y me costaba mucho buscar una buena posición para dormir.
Había estado llorando mientras llamaba constantemente a Harry sin razón alguna, y para el no había sido nada fácil sobrellevarlo ya que el estrés en la compañía era peor sobre todo el mes pasado cuando Ian intento quitarle su propia empresa cosa que no logro ya
