-Entramos a mi departamento, Alexander jamás me soltó el agarre.- -Eres bienvenido, iré a tomarme un baño.- -El volvió a besar mi frente, sé que debo verme terrible pero parece que a él no le importa.- -Me quité toda la ropa, lo mejor era tirarla a la basura, una vez en la ducha dejé que el agua se llevara todo rastro de ese maldito día.- -Me puse una bata y salí.- -Alexander estaba en la cocina.- -Disculpa si fui atrevido pero quise hacerte algo de cenar.- -No debías, me siento avergonzaba.- -Por favor come.- -Los dos estábamos sentados, ninguno hablaba, no sabía qué decir.- -¿Estás herida?- preguntó -No.- -Una vez terminamos recogí los platos y los lave.- -Ya debo irme, me alegra que estés bien.- -Vi como tomo su saco, él me dio la espalda, en verdad se marcharía.- -

