Domingo, 4 de marzo. Dormitorio de Xander, 21:30 horas. Por un momento, el tiempo pareció congelarse dentro de la habitación, sin ningún sonido o movimiento que perturbara la burbuja que los había envuelto. Alekséi se quedó estático, perdió repentinamente el control sobre su cuerpo, sin saber qué hacer o cómo reaccionar. Simplemente está allí de pie, en frente de una escena que se quedaría grabada a fuego vivo en su mente. Xander al percatarse de su presencia se detuvo, aún acostado en la cama y con su respiración agitada. Abrió lentamente su boca, liberando de ella la tela del suéter, húmeda por su saliva, que mordía para callar los gemidos. Sus ojos habían cambiado a un hermoso amarillo translúcido, brillantes y vidriosos, al estar dominado por su lado Omega. Ambos se evalúan

