Subo al coche y le indico al chófer que me lleve con mi marido. Yo sé que tiene una reunión pero mientras este arranca le llamo. —¿Tienes unos minutos para mi? Es lo primero que digo cuando le responde. Me explica que si, que va a salir a almorzar con el cliente para que no quede como una reunión de negocios y sí una comida, que es mucho menos comprometedora. Entonces le explico que tengo novedades que quiero hablar con él antes de hacerlo con Sean y Marcie. No confío mucho en el equipo con el que trabajamos, sí, nos cuidan pero no confío en nadie ya. Después de lo de Cat, me cuesta. Guardo la información para cuando vea a mi marido y así hago. Llegamos al banco y cuando me reciben con la habitual parsimonia entro en la oficina de mi marido y me tiro en sus brazos. Me lanzo a abrazarl

