16 El punto de vista de Sofía Gemí suavemente, dándome vuelta en mi cama y acurrucándome debajo de mi edredón. Abrí los ojos adormilado. Todavía estaba oscuro. Y había una figura parada junto a la ventana. Cerré los ojos y los volví a abrir casi al instante. Una figura. ¿Quién carajo era ese? Encendí la lámpara de mi mesita de noche con miedo mientras me sentaba y miraba alrededor de la habitación. No había nadie aquí. Me levanté lentamente de la cama y caminé hacia la ventana. La cortina ondeaba violentamente debido a la brisa. Y las ventanas estaban abiertas. No recuerdo haber dejado las ventanas abiertas ayer. Pero tampoco recordaba haberlos cerrado. Quizás Jenny y yo nos habíamos olvidado de cerrar las ventanas. Y entonces recordé que Jenny no pasó la noche aquí. Actualmente esta

