25 El punto de vista de Sofía Un escalofrío recorrió mi cuerpo ante sus palabras y mis muslos se apretaron con anticipación. No podía creer que ya me estuviera mojando con palabras tan simples. Besó mi cuello y pasó sus dedos por mi cabello. “Te ves hermosa”, murmuró, besando mi cabello. “Gracias”, respondí, mis mejillas se pusieron rosadas. “Quítate la ropa”, añadió, besando mi cuello una vez más y caminó detrás de mí. Me quitó la capucha y empezó a desenredarme el pelo con cuidado. “Para quitarme la ropa”, comencé lentamente. “Necesito que me dejes el pelo”, le recordé. Desenredó la primera trenza y pasó a la otra sin decir palabra. Él también desenredó ese y me revolvió el cabello ligeramente. “Amo más tu cabello cuando está suelto”, murmuró contra mi cuello y luego lo sentí dar u

