Abby se detuvo unos segundos para mirar sus ojos color avellana y en ese instante, pudo ver la ternura reflejada en su intensa mirada, dándole un brillo especial que hacía lucir sus ojos más claros. Aquello la hizo temblar ligeramente y sintió la confianza para seguir adelante. — Bastián... —Abby susurró inconscientemente su nombre, antes de relamerse sus labios, sintiendo como su corazón se aceleraba por la cercanía y el roce del cálido aliento en su rostro. Justo cuando Abby estaba a punto de unir sus labios con los de Bastián, es él quien toma la iniciativa, sucumbiendo a sus emociones y desaparece los centímetros que lo separaban de aquella mujer por la que estaba dispuesto a recibir una bala. Sus labios se encontraron en un suave y tímido, pero ap

