Sintiendo un cúmulo de emociones encontradas, Abby se mantenía en silencio, observando la escena con una mezcla de melancolía y confusión, luchando internamente con la punzada en su pecho que no era más que los celos que despertaban dentro de ella.
No podía creer que, en medio de las felicitaciones, la mujer se había abalanzado hacia Bastián, abrazándolo efusivamente, todo el tiempo estuvo con ella, prefería estar con esa mujer, debería ser muy importante en su vida como para dejar a todos a un lado sin ni siquiera avisar.
“No debería sentir esto. Pero entonces, ¿por qué quiero apartar a esa mujer del cabello?” Aún en medio del salón de fiestas, Abby tenía una lucha interna con ella misma.
Se negaba a aceptar que aquel fuego que recorría en su interior eran l
