—Para el señor Heru, para Lastri y … Detuve deliberadamente mis palabras, el señor Jayus incluso tuvo que tragar saliva esperando que continuara. —Bella —el señor Jayus abrió los ojos con sorpresa. —¿Bel-la, señora? —repitió para confirmarlo, asentí con seguridad. —Pero, el señor Heru, ¿Cómo es posible? ¿No es el señor Heru el director general de…? —¿Cuál es el problema? De hecho, era el director de esta empresa, pero usted señor Jayus sabe sin duda que yo tengo la máxima autoridad en esta empresa. —El señor Jayus asintió débilmente, había una mirada de miedo en su rostro. —¿No discutimos en la reunión qué pasa con los beneficios de la empresa están disminuyendo? Debes saber que lo causó. —cogí el bolígrafo de la mesa y jugué con el en la mano, el señor Jayus asintió débilmente. —¿y L

