De repente todo oscureció, una mano me tapó los ojos. Aparté la mano con brusquedad. —Doctor Ryan —murmuré sorprendida —No hagas eso, me romperás el corazón —dije e hice una mueca de disgusto. —¿Quién tiene el corazón roto? —el doctor Ryan me miró atentamente. —Ahhggg —Dejé escapar un grito de sorpresa, el doctor Ryan me había dado un golpecito en la frente, otra vez. ¿Es acaso una de sus costumbres? ¡Qué molesto! Me froté ligeramente la frente. —¿Qué demonios Doc, por qué haces eso? Me duele —me quejé, todavía frotando la marca de su golpe. —Solo estoy mirando si no hay nada malo en tu cerebro, no entiendes lo que acabo de decir, ¿No eras inteligente? Cuando estabas en la preparatoria eras una estudiante sobresaliente, ¿Cómo no entiendes lo que acabo de decir? ¿En la preparatoria

