Día 2
Para el segundo día siendo Irene Parker, no me levanté en sabanas de seda y perfumadas con billetes de dólar. Lo hice en un hotel modesto y limpio cerca del barrio donde solía vivir, y también lo hice sin dejar de ser Irene. No había vuelto a la casa de Irene por varios motivos, el primero de ellos era que necesitaba cercanía con la búsqueda de mi cuerpo; y la segunda era que… este… no sabía cómo volver.
Pero eso no importaba, porque yo volvería a ser Karina. Sé que alguna vez soñé con ser rica, bonita y tener una relación con Antonio, sin embargo, no a cambio de que una desconocida tuviese mi cuerpo. A saber qué haría una mujer acostumbrada a la buena vida en mi cuerpo. Puede que estuviese matándolo de hambre, o metiéndome en problemas.
Me enfrasco en preguntar por Karina por mi
