Aunque algunas cosas parecen no regresar,
no te detengas siempre a esperar,
volverá cuando dejes de mirar.
Mi habitación era bastante grande, aunque la compartía con otras tres personas de todos modos sentía como si tuviera algo de privacidad. Probablemente porque cada cama estaba en un rincón de la habitación todas teníamos una ventana, un armario lo suficientemente grande para poner nuestros abrigos, ropa y zapatos bien organizados, una cama no muy pequeña y con grandes edredones, un baúl lleno de útiles y recursos escolares. Teníamos todo lo que era necesario para nuestra vida escolar, incluso teníamos un segundo uniforme el cual no podría modificar a mi antojo. Era evidente que todo el lugar estaba sumamente calculado en espacio y número de personas, todos teníamos nuestro propio es
