Lenta y cuidadosamente, untaron la loción por toda la espalda, hombros, brazos y cuello de las chicas, extendiendo la crema deliciosamente perfumada en sus muslos y entre sus nalgas. Las chicas no esperaban este placer extraordinario, y gemían y ronroneaban de alegría mientras los hombres aprovechaban su voluminosa experiencia con el cuerpo de la joven para derretir aún más a las recién folladas.
Los hombres se tomaron su tiempo, saboreando la siempre encantadora oportunidad de simplemente disfrutar tocando, oliendo y mirando los cuerpos de dos hermosas chicas, y rápidamente se pusieron duros nuevamente mientras exploraban a fondo los lugares más secretos de las jóvenes hembras, que recientemente habían manejado con mucha más brusquedad y llenado con su semen.
Como estaban erectos una ve
