______ Dos meses.
Sesenta días de ausencia, de noches en vela y mañanas vacías.
Dos meses sin Dante.
Dos meses sin verlo entrar al café con esa mirada intensa que le hacía temblar las rodillas.
Dos meses sin discutir con él, sin pelear por su libertad, sin escuchar su voz ronca llamándola "caprichosa", "terca", "mía".
Dos meses desde que desapareció sin despedirse, sin buscarla, sin reclamarla.
Y lo peor… ella nunca preguntó por él.
No porque no quisiera, sino porque el simple hecho de mencionarlo le desgarraba el alma.
Pero Anaís sí lo hizo. Su hermana, con su infinita curiosidad y su lengua afilada, había intentado sacarle información a Aurelio en más de una ocasión. Pero siempre obtenía la misma respuesta monótona:
—Está ocupado. Está fuera del país.
Aymara fingía que no le im
