El Renacer de Inés y los Consejos de una Viuda Astuta

1036 Words

-- Los días transcurrieron con la misma rutina. Dante viajaba constantemente, atendiendo sus negocios, mientras Aymara dedicaba su tiempo al restaurante. Anaís cantaba dos veces por semana, y, para disgusto de Dante, Aymara continuaba bailando en el escenario. La viuda Mara Russo se convirtió en una visitante frecuente en la casa de Aymara, siempre acompañada de estilistas, masajistas y un par de botellas de vino. Para Anaís, ver a su madre recuperar la alegría era un alivio, y Aymara compartía ese sentimiento. Sabía que su madre había vivido demasiado tiempo en sombras, presa de sus propios temores, pero ahora la veía florecer nuevamente gracias a la amistad con Mara. No solo compartían confidencias y risas, sino también una afinidad en los negocios que a Aymara le sorprendía. —Mamá, de

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD