______ Franchesco seguía hablando animadamente de la fiesta privada, su voz resonaba entre la música y las carcajadas que llenaban el apartamento. La celebración se desbordaba, pero Dante apenas escuchaba. Tenía el corazón arrugado. Aún la amaba. Pero Aymara tenía que entender algo: él solo sería suyo cuando ella lo aceptara por completo, sin reservas, sin querer cambiarlo. Él era un Marcini. Un hombre de la mafia. A pesar de su descontento con los negocios de su familia, jamás pensó en hacerle daño a ella ni a los suyos. Siempre la había buscado con paciencia, con devoción… pero ella lo rechazó. Lo quiso moldear. Y lo hizo de la peor forma. Dante la miró de reojo. Ella no tenía intención de irse. "Bien." Si quería quedarse, le demostraría de qué estaba hecho. Por pura maldad, ll

