Capítulo 27: La confrontación La música continuaba vibrando a mi alrededor, pero en mi mente, todo se desvaneció. Los sonidos se volvieron lejanos, como si el mundo exterior se hubiera distorsionado en un eco lejano. Estaba sentada en la barra, observando, sin poder apartar la mirada de Mateo y Camila. Sus risas, sus miradas cómplices, los gestos sutiles que intercambiaban me quemaban por dentro. Algo oscuro crecía en mi pecho, un dolor profundo que se entrelazaba con una furia incontrolable. Todo encajaba ahora, las ausencias de Mateo, sus respuestas evasivas, la creciente distancia entre nosotros. En ese momento, vi cómo Mateo se inclinaba hacia Camila, susurrándole algo al oído. Ella sonrió, esa sonrisa arrogante que había llegado a odiar, y luego, se levantaron juntos, caminando con

