(8) A la mañana siguiente, me despierto por el olor del café que provenía de la cocina, así que bajo hacia la planta baja, enredada en una cobija color gris. Sabía que él había dejado el café, listo para que cuando yo bajara, lo tomara con prisa. Por otra parte, Demian ya se ha ido, así que es mi turno de arreglarme e irme a la escuela, pero antes de irme a la escuela, sabía que tenía que dejar a Bill con sus abuelos. Así que despierto a mi hijo, parta después vestirlo como todo un Volkova; zapatos Calvin Klein y un traje hecho a la medida de las mejores tiendas de Londres. Sabía que tenía que llevar a mi niño impecable a la casa de sus abuelos, ya que siempre que íbamos a su casa, íbamos de pipa y guante. No sabía porque lo hacíamos como una tradición, pero siempre queríamos que nuestr

