La Casa

ENIGMA II

NATHANIEL

Obedecí a Lobo y caminé tras él en el más absoluto silencio. Lobo caminaba sin hacer ruido al pisar, sus pasos eran ligeros, sabía dónde pisar, yo en cambio, pisaba hojas secas, piedras que rodaban, tropezaba con raíces, el bosque se espesaba más a medida que nos adentrabamos en él. 

De pronto Lobo se paró delante de mí, me hizo una señal que no entendí, pero por instinto me quedé quieto, se arrodilló en el suelo y pegó la oreja a él. Se puso en pie y me invitó a seguir caminando tras él.

Después de andar un rato, frente a nosotros apareció un grupo de personas que caminaban en nuestra dirección, aquello era lo que había puesto nervioso a Lobo, pero ahora parecía tranquilo, incluso volvía a sonreír, aceleró el paso y en un momento estábamos todos reunidos.  Ahí, en aquel grupito estaba la tonta de mi hermanita, la miré ceñudo, pero ella no me miraba a mí, observaba con la boca abierta a mi compañero.

- ¡Nathaly! -gritó Lobo a mi lado, por lo visto ya no tenía miedo - ¡Cuánto tiempo sin verte!, ¿dónde estabas?.

- ¿Qué pregunta es esa …? -Respondió la tal Nathaly, sin alterarse -Sabes de sobra que ahora vivo en el pueblo y sé de sobra que me ves todos los días.

-Bueno, no te enfades prima, que te pones muy fea -Este Lobo no tenía remedio, hablaba colgado del cuello de su prima que era algo más baja que él, no podían ser más opuestos y al mismo tiempo más parecidos , él con su pelo lacio colgando por la cara, su cara redonda, su sonrisa y esa confianza y ella con su pelo rizado peinado hacia atrás, su cara afilada y esa seriedad pintada en todo su ser. -¿Y cómo es que llegas tan adentro con tus amigas? ¿Fuiste a ver a abuela?

-Eso parece –contestó secamente Nathaly mirando a Lobo con enfado evidente-Deberías apartarte de mi camino. Se hace tarde y aún estamos en medio del bosque –añadió levantando un poco la voz.

-¡Uy…! ¡Perdona , perdona, prima, como siempre tienes razón, salgamos de aquí!.-Lobo retrocedía con las manos levantadas, se acercó a mí y añadió -vámonos, tomemos el camino de vuelta, el mismo por donde llegamos.

ABI

¡Increíble, no me lo podía creer, mi hermano tenía un amigo, uno de carne y hueso!, me parecía raro, eso seguro, pero podría ser peor, al parecer era primo de Nathaly. Caminábamos hacia la salida del bosque. Estaba segura de que al llegar allí me esperaría una reprimenda por parte de mi hermano, porque este no paraba de mirarme de reojo con enfado, se avecinaba tormenta .

Me equivoqué por poco, no me regañó allí delante de todos, mi hermano no era amante de los espectáculos, lo hizo cuando llegó a casa. 

Llegamos a la linde justo cuando la noche empezaba a cerrar el cielo, me preocupó que el amigo de mi hermano se quedase en el bosque, por lo visto él vivía allí, pero tanto mi hermano como Nathaly insistieron en que estaría bien.

Cuando entramos en casa mi hermano habló en voz baja en la entrada, frente al espejo, seguramente para no preocupar a nuestros padres .

-No vuelvas a entrar en el bosque, es peligroso andar por él, la próxima vez se lo diré a mamá y me aseguraré de que te castigue sin salir y sin recibir visitas –Aunque las palabras de mi hermano no le parecerían duras a nadie y el tono de su voz no expresaba nada que pudiese asustar yo sabía que en ellas había una amenaza real y mucho enfado.

- ¿Fuiste a buscarme? -pregunté sabiendo la respuesta, claro que había ido allí sólo a buscarme, él por supuesto no respondió a eso -¿Cómo lo supiste?-a eso tampoco respondió, se giró y subió las escaleras .

NATHANIEL

Todo estaba en penumbra , al final del túnel varias figuras se movían en mi dirección, su paso era lento y tambaleante, aún tardarían en llegar a mí, tenía tiempo de trazar un plan, miré que tenía en la bolsa, ¡qué fastidio!, apenas tenía unas bayas azules, tres flechas, dos kunai y una bomba, con eso no tenía ni para empezar, delante de mí había al menos veinte individuos, eran lentos, podría retroceder, ese a pesar de no ser un paso valiente era inteligente.

Me giré para huir cuando apareció un nuevo personaje, un individuo oscuro, con  capa y capucha, de la estatura de un niño estaba frente a mí mientras que los zombis quedaban a mi espalda. A través de la capucha podían verse únicamente dos enormes ojos verdes esmeralda, demasiado grandes para una cara tan pequeña.

-Capa -dije indiferente- ¿qué te trae?

-He cumplido una misión ¿recuerdas?, vengo a cobrar ¿Qué otra cosa si no? -Claro, los servicios de Capa no eran gratuitos.

-En este momento no tengo gran cosa encima y a mi espalda esos zombis… -no terminé la frase, Capa sacó su varita, dibujó una señal en el aire con ella y acto seguido un flash verde cubrió todo el túnel a mi espalda, cuando la luz desapareció también habían desaparecido los veinte zombis –Buena técnica aprobé.

-Tres mil monedas de oro serán suficientes esta vez-contestó alegremente, lo de los zombis es un regalo. - Dinero sí tenía, así que le pague un poco reticente, normalmente Capa cobraba con objetos de más valor, libros de hechizos u objetos mágicos, pero esta vez el encargo había sido barato.

-Gracias –le dije 

-La próxima vez tendrás que invitarme a merendar en tu casa, jejeje-este Capa se parecía a Lobo, siempre tan graciosillo él.

-No creo que eso sea posible- le contesté –Ya sabes que no me gusta dar mis datos personales y eso incluye mi dirección, lo siento, pero así es esto.

-Acero, mira que eres bobo…ya sé de tu vida personal un montón, tu hermana está en mi clase…saber tu dirección es cuestión de tiempo, no es como si fuese a…jjjj-en eso Capa tenía razón.

-Con más motivo no te invito a merendar, que te invite mi hermana.

-Ok, te tomo la palabra.

Acto seguido la figura encapuchada desapareció de la pantalla de mi ordenador, ¡éste Capa…!