Sigo sin poderme creer todo lo que Ethan me dijo pocos minutos atrás. ¿Cómo no enamorarse de un hombre tan gentil, atento y maravilloso como él? Al salir de la habitación lo encuentro en el balcón, detraído con la hermosa visión caribeña que se puede apreciar desde esta altura de la torre. Quedé con a boca seca al verlo vestido con ese elegante traje que se aferra a cada músculo de su cuerpo y que permite apreciar la maravillosa figura que tiene, resultado de mucho trabajo y dedicación. Respiro profundo. Estoy metida en un serio desastre de sentimientos confusos, con los cuales ya no sé qué hacer. Quizás el tiempo me dé las respuestas que necesito. Al sentir mis pasos, Ethan se da la vuelta, cierra la puerta del balcón y se acerca con esa sonrisa que es capaz de derretirme como a la ma

