Ed levantó las cejas mientras se acercaba a mí y se detenía junto a la cama. —Isla, lamento cómo han resultado las cosas entre nosotros, pero sinceramente estoy tratando de procesar todo esto, al igual que tú. Tu madre también lo lamenta —suspiró y movió la nariz. —Si hubiera sabido que tú eras mi hija, las cosas habrían sido muy diferentes —me dijo con un atisbo de tristeza en sus ojos. Aparté la mirada, no queriendo pensar en lo loco que era todo esto. Pero en cuanto a mi madre, bueno, mi supuesta madre. ¿Dónde estaba ella ahora? ¿Por qué no era ella quien me estaba explicando todo esto? —OK, ¿dónde está ella ahora? ¿Por qué no está aquí explicándose ella misma? —exigí saber, sorprendida por mi confianza. —Le dije que hablaría contigo primero. Estoy seguro de que tienes muchas pregu

