Cora. Mi hermana. Casi caí mientras corría, era como si mis pies fueran en direcciones distintas. Tantas preguntas llenaban mi mente. Max, Miller y Ed, ninguno de ellos era importante ahora mismo porque lo único que quería era ver a Cora, sabía que ella estaba bien. —Por favor, sé gentil con ella —dijo Eric parado en la puerta, pero fruncí el ceño mientras me abría paso pasándolo por el lado. Ella era mi hermana. ¿Qué creía él que iba a hacer? —Oh, Isla —ella jadeó al correr hacia mí. Cerré la puerta tras de mí y abracé a mi hermana, inhalando su aroma y llorando en su largo cabello—. Te he extrañado tanto —sollozó ella. Puse mis manos en sus hombros, de modo que estábamos cara a cara. —Estoy tan contenta de que hayas recuperado tu memoria, ¿estás bien? —acaricié un mechón suelto

