Alessandro Me quedé en silencio al escuchar la pregunta de Annette. Sentí que el aire se volvía pesado entre nosotros, como si ninguno supiera qué decir. ¿A veces que las palabras simplemente se niegan a salir? No podía responder, no podía ser sincero… Annette se soltó de mi mano y salió del estudio sin mirar atrás. La observé irse. Cuando la puerta se cerró, el silencio me envolvió como una marea lenta. Podía escuchar el eco de sus pasos alejándose por el pasillo, y con cada uno de ellos sentía que algo dentro de mí también se iba. Me quedé allí, inmóvil, mirando el espacio vacío que había dejado. ¿Por qué no fui capaz de decirle la verdad? No era miedo… o tal vez sí. Miedo a perder lo poco que aún quedaba entre nosotros, a romper ese frágil equilibrio que nos mantenía cerca sin tocarn

