Capitulo 3
Llegué a mi casa, despues de aquel momento que había tenido: no me aparecía por dos días en mi casa.
No quería que se enteraran, me iban a matar
¿Lo peor?
Traigo a Frida a mi lado, nos habían echado a las dos.
Suspiré, soy un problema con pies.
—Hola cariño... —su voz se pasó cuando sus ojos se desviaron a Frida.
—Mamá... tenemos que hablar.
...
—¿Cómo puede ser qué...? Ay dios mío Dehy —mi mamá se agarró el cabello con bucles.
La miré aterrada.
—Solo... quería darles una sorpresa.
—Mi niña, lose. Pero sabes que cada cosa que planeas: no te salen del todo bien.
—¿Me estás diciendo torpe? —pregunto ofendida.
—Si...
Suspiré, mi madre tenía el semblante triste.
—Mamá no te preocupes, yo voy a recuperar ese dinero ¡Lo voy a duplicar!
—Mi niña, me agradas que seas...
—¿Alegre? ¿Bonita? ¿Inteligente?
—No, más bien lo contrario.
Hice un puchero al verla, alejándose.
—Mamá... —musité para consultarle si Frida se podía quedar.
—Si, Frida se puede quedar —comentó antes de darse la vuelta, desaparecido por la cocina.
—¿Qué haremos? —comentó Frida.
Se preguntarán, porque después de habernos expulsado del cine: nos quedamos en la calle.
Fácil: porque no solo trabajábamos limpiando ahí, sino en el hotel que queda al lado. Nos pagaba la.señora Bianca, con una habitación.
Y ahora estamos más desamparadas que nunca.