CAPITULO 1
En teoría esto iban a ser las mejores vacaciones que alguna vez haya tenido, jamás pensé que probablemente terminaría por morir congelada en noche buena, al lado de un sujeto el cual era mi mayor competidor en nuestras épocas colegiales.
La tormenta no daba tregua, el viento soplaba bruscamente fuera de esas viejas paredes llenas de agujeros que no ayudaban en nada a contener el fuerte viento helado que comenzaba a calar hasta lo más profundo de mi piel. No había ni un puto abrigo, ni siquiera alguna de esas viejas sábanas que Adrián había sacado bajo una de las rancias tablas del piso de la antigua cabaña en medio del bosque, donde nos encontrábamos.
Adrián maldecía con los dientes apretados, tratando a toda costa de revivir el fuego que había hecho en la chimenea, el cua
