CHANTAL La noche continuó apenas descansando un poco. Zane era como una maldita adicción, y si seguíamos por este paso se convertiría en una necesidad, lo que me asustaba más. Sin embargo, esa noche me dejé llevar con la esperanza de que las cosas quedaran enterradas en esa noche. No era por el interés de Regina en él. Era por el hecho de que mi vida ya era bastante complicada y la presencia de Zane Blackford lo complicaría todo diez veces más. De la sala habíamos pasado a la cocina, de la cocina al pasillo, y del pasillo finalmente a la habitación. Eran las cinco de la mañana cuando vi que a Zane le había vencido el sueño. Había sido una velada maravillosa, y el se**xo había estado increíble. El hombre me tenía rodeada con sus brazos y tan pronto me aseguré que roncaba plácidament

