CHANTAL ¿Quién era ella? Era la pregunta que rondaba por mi cabeza mientras me quitaba las zapatillas y me ponía cómoda. Tenía que consultar algunas cosas en la laptop y coordinar la llegada de los productos que estábamos por presentar. Al final, Leonardo había accedido a presentarse por mi causa. No quería hacerme ilusiones de que estaba empezando a haber una cercanía entre él y yo, por miedo a que todo fuera una ilusión, como siempre lo había sido todo el cariño que se me presentaba. Me iba a dar un baño y poner la pijama para descansar, sin embargo, un sentimiento visceral cambió mi opinión. Si Zane podía estar con una mujer, ¿por qué yo no con un hombre? Estaba pasando página, y aunque me estaban dando esos ataques de celos, no tenía derecho a reclamarle. Fui al bar del hotel y

