Instinto

1527 Words
Camino por el pasillo que me lleva a mi oficina, llego temprano como siempre, si soy la jefa debo de dar el ejemplo, estoy por abrir la puerta de mi despacho cuando escucho el ascensor abrirse, estamos en el piso 50 dónde se ubica la oficina del dueño de la empresa, en este caso mi oficina.  Sonrió como tonta por qué solo una persona estaría aquí en esta área igual de temprano que yo. La veo como arrastra los pies y espero cruzada de brazos a qué esté más cerca para poder darle un sermón, ya estoy cansada de decirle que se tome su permiso posparto, pero se niega por qué aún no encuentra un reemplazo que la cubra durante ese tiempo.  - Este será tu último día. - digo apenas ella me ve.  - Hola Johana ¿Cómo estás? ¿Cómo está el bebé? - responde ella de forma sarcástica, yo solo miro hacia arriba y pongo los ojos en blanco.  Johana es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, siempre estuvo a mi lado, aún cuando mi madre me decía que no debía de tener amigos, por qué siempre te abandonan, mi madre era una mujer muy reconozca, solitaria y amargada, después que mi padre la abandonó con un regalito en su vientre, osea, yo, aún cuando se dedicó a cuidarme, siempre me enseñó que no hay que confiar en los hombre, que nunca entregué mi corazón y mucho menos mi cuerpo, por qué terminan abandonarme después de la dichosa prueba de amor, es por eso que aún a mis 30 años no he tenido relaciones, sigo siendo virgen, y bueno no es que me haga falta, como dicen por allí, si no te calientan la oreja no se calienta la entrepierna. Y no he dejado que ningún hombre llegué a ese punto.  - Por favor Johana, estás por dar a luz, no deberías de venir a trabajar, puedo arreglarmelas sola. - digo ya cansada de siempre decirle lo mismo.  - Hoy tengo una entrevista con una persona que en su currículum es ideal para el puesto. - me informa y yo resoplo no es la prinera vez que me dice eso, ya lleva casi tres meses con el mismo cuento y después resulta que no les parece ninguno ideal para ocupar su lugar. - Espero que está vez sea verdad. - manifiesto. - Voy a estar en mi oficina y no hagas tanto esfuerzo, siento que en cualquier momento explotaras. - digo a modo de burla. - Lo dices por qué está envidiosa. - habla y me saca la lengua como niña chiquita.  - Si lo que digas. - hablo y entro a mi despacho dejando la conversación hasta allí y cerrando la puerta a mi espalda.  Suelto un suspiro y pego mi espalda a la puerta, la verdad es que de cierta manera ella tiene razón. ultimamente estoy pensando en ser madre, ya se me va a pasar el tren y estaré muy vieja para tener un hijo.  Pero me aterra la idea de tener que entregarme un hombre, llevo mucho tiempo escondiéndome detrás de esta fachada de mujer fría, no dejo que ningún hombre se acerque lo suficiente como para llegarlo a conocer o que me conozca a mi, no quiero entregar mi corazón y menos mi cuerpo, pero entonces ¿Cómo hago para tener un hijo?  Puedo ser una mujer exitosa, me gradue a los 16 del colegio, a los 21 ya tenía una carrera y a los 30 ya tengo mi propia empresa Cosmétic S&V es mi bebé, son años lo que llevo de lleno en esta empresa para ser la mejor, hacemos de todo tipo de productos para realzar la belleza de la mujer. Nuestro productos van desde labiales, sombras rubor, bases, correctores, delineador, pestañas, champú, de todo, y también estamos incursionado en productos de higine para caballeros, lociones entre otras cosas. Me siento realizada en el ámbito laboral, pero desde que mi amiga quedó embarazada, algo dentro de mi se despertó, algo que llamare instinto materno, pero me aterra perder mi virginidad.  He pensado en varios métodos para conseguir mi fin desde entonces pero ninguno me he es válido, suelto un suspiro y camino hasta sentarme en mi silla giratoria detras de mi escritorio. Miro mi oficina y la detallo, paredes de color salmón, una biblioteca repleta de libros que no leeré, en una esquina, un sofá n***o que a veces funciona como cama cuando estoy muy cansada, una mesita central otro sofá un poco más pequeño, una nevera ejecutiva en una esquina, una puerta que da a un baño y a mí espalda una gran ventana que da una magnífica vista de la cuidad. Pero después de eso, nada, todo es tan frío como mi persona, no hay un cuadro, no hay ni unas flores no hay ni un retrato de mi madre ni siquiera mio, pero ¿Para que una foto de mi persona si me puedo ver en el espejo?  Otro suspiro sale de mis labios para tratar de alijerar el peso de mis hombros, nuevo mi cabeza de un lado al otro y mi cuello cruje con cada movimiento, abro una gaveta y saco la libreta dónde tengo los apuntes y conclusiones que he llegado.  -como ser madre. - leo en el apunte - adoptar.  * Estabilidad económica: ✓  * Salud mental excelente: ✓  * Casa propia: ✓  * Pareja estable (matrimonio u/o novio) mínimo 3 años de relación : X  ✓ descartado, quiero un hijo, sangre de mi sangre, además no me darán en adopción a un hijo sin tener un matrimonio estable  - Entregar mi virginidad a un desconocido.  ✓Descartato, si alguien va a romper mi v****a ese será mi hijo.  - inseminación artificial.     - Tendría que escoger en un catálago el posible donador de esperma. Esa idea no me agrada mucho, pues allí no hay foto del individuo, solo están sus registros de examenes médicos y nada más. Quiero por lo menos conocer quien va a ser el padre de mi hijo, quiero conocer si tiene algún problema psicológico o enfermedad que pueda heredar mi hijo.  Está idea es la mejor hasta el momento, solo tengo que buscar el candidato perfecto que me done su esperma sin ningún tipo de compromiso, solo quiero ser madre y no importa el precio, cualquier hombre lo haría por un buen precio o ¿No? Bueno aunque no tiene que ser cualquier hombre tiene que ser uno que aporte un buen ADN a mi bebé.  - Ahora solo me queda buscarlo. - digo y sonrió cuando ya tomé una determinación, empieza la busqueda del donador perfecto. Salgo de mi oficina después de un día agotador, Johana está destras de escritorio tecleando algo como loca.  - ¿Por qué aún no te has ido? - pregunto haciendo que se sobresalte en su silla.  - ¡Por Dios Isabela me has asustado! - se queja llevando una mano a su pecho de forma dramática.  - ¿Por qué aún no te vas? - vuelvo a preguntar  - Ya casi me voy. - dice y la veo apagar el computador, tomar su bolso y ambas caminamos hasta el ascensor.  - Y bien ¿Cómo te fue con la entrevista? - pregunto cuando ambas bajamos en el ascensor a planta baja.  - Perfecto, mañana empieza con su semana de entrenamiento. - dice y sonríe de oreja a oreja.  - Gracias a Dios. - digo haciendo un gesto dramático levantando las manos al cielo  - No seas exagerada. - dice ella y golpea suavemente mi estómago.  - ¿Exagerada? Estás a punto de tener a tu bebé y sigues aqui trabajando, un día de estos me vas a dar un susto de muerte, sabes que no se nada de esas cosas y no me veo corriendo contigo llevándote a la clínica si se te ocurre romper fuentes en medio del pasillo. - digo pero en el fondo se que haría lo que fuera por ella.  - Sabemos que me amas y que correrías conmigo en brazos si fuese necesario así que no te hagas la dura conmigo. - dice y su sonrisa es tan genuina que me alegra el corazón y no tengo manera de negar a sus palabras. - Si, pero no sé lo digas a nadie que tengo una fachada y reputación que mantener. - le digo y estallamos en carcajadas las dos.  - Recuerda que saldré dos días de viajes y ya después viene fin de semana, así que no nos veremos sino hasta el lunes. - le recuerdo cuando calmamos nuestra risas. - Si, se te olvida que soy tu secretaria y si eso fuera poco soy tu mejor amiga, se todos tus movimientos. - me aclara.  - Si como sea. - digo con gesto arrogante, para después sonreí.  - Nos vemos el lunes. - me despido viendo como ella camina hacia su esposo que la espera y rodea sus hombros en un abrazo, ella es feliz y me alegro. Pienso mientras yo me dirijo a mi auto y parto rumbo a mi casa donde me espera la soledad que rodea mi vida. 
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