II

3441 Words
Tía Hannah al final de la escalera me miraba como si fuese a llorar en cualquier instante. - Savannah, estas hermosa - dijo ella mientras el tío Gerard la abrazaba mirándome con cariño. - Gracias tía, tu estas estupenda esta noche el morado definitivamente es tu color - ella sonríe y acaricia mi rostro. - Y el tuyo definitivamente son todos los colores, mira que maravilloso te queda ese vestido celeste, ya no eres una niña y eso está a simple vista - ella no dejaba de parlotear de camino aquel dichoso baile diciéndole al tío Gerard como Lady Morrison y su hija la habían dejado plantada después de atentar contra mí y Suzanne.   - Tía, no te alteres. Yo estoy bien, fue solo un susto sin importancia, y lady Suzanne y su madre han decidido ignorar totalmente a las damas... haz tu lo mismo, pero deja de pensar en ellas, no te mortifiques por favor - tomo su mano entre las mías para tranquilizarla. - Savannah tiene razón Hannah, esas son solo las peores damas que has tenido la desdicha de conocer. Sácalas de tu círculo, eres la esposa de un duque, deben respetarte. Aunque tomare cartas en el asunto, nadie menospreciara a mi sobrina favorita- ella sonrió con cariño hacia él y le acarició el rostro surcado de arrugas. - Esta bien cariño - y justo cuando el replicaría sobre las demostraciones de afecto en público nos detuvimos y el lacayo abrió la puerta de la calesa por la que el tío Gerard bajo casi a la carrera mientras tía Hannah reía. - Es un viejo gruñón - a lo que yo no pude más que reír. La casa en la que hoy estábamos era deslumbrante las paredes blancas toques dorados y verdes con los pisos de mármol pulidos daba una alusión de ser mágicos. Cada detalle era hermoso. - Hermoso ¿Verdad? - susurro tía Hannah a mi oído – Lady Abramson  duquesa viuda de Bedford es una gran amiga mía, tiene una hija de tu edad la conocerás pronto y tal vez a su... - no termino de hablar porque justo delante de nosotros estaban Lady Morrison y su hija ignorándonos completamente. - Esas grandísimas.... - ella murmuró apretando mi brazo - Quiero que vengas a mi directamente si esa pequeña bribona de Amanda se atreve a tocarte un pelo - yo asiento pero ella estaba tan concentrada fulminándolas con la mirada que ni siquiera me vio - ¿Me has oído Savannah? - Si tía Hannah - digo viendo hacia el frente sin mirar a las damas de nuevo. Llegamos a una ventana donde se puede ver el jardín hermoso que rodea parte de la casa. - Lord y Lady Remington, que bueno que hayan venido - la voz de una mujer me hace sacar la mirada de la ventana para girarme y encontrar una elegante mujer ataviada en un vestido marrón sobrio que trae con ella a una chica de cabello castaño casi rojo centelleante con sus ojos verdes fijos en mí como si me evaluara, mientras pasa su mano libre por su vestido gris de encajes blancos hermosos. - Lady Bedford - dice tío Gerard con formalidad saludando a ambas damas para luego irse tras un caballero. - Anastasia que velada tan hermosa has organizado esta noche - dice tía Hannah maravillada viendo alrededor - Lady April que hermosa luce esta noche - la chica sonríe amablemente. - Ella es Savannah, mi sobrina... se acaba de mudar conmigo a Londres - yo sonrió y hago una reverencia a ambas damas y ellas parpadean un par de veces y se ven entre ellas - Savannah ellas son Lady Bedford y su hija Lady April Bedford. - Es un placer conocerlas, y si me permite decirle que su casa parece sacada de un cuento mágico - la chica parece sonreír de manera forzada mientras me ve sin reparo. Mientras Lady Bedford no deja de sonreír y mirar alrededor. - Lady Savannah lo que dicen de usted no le hace justicia... permítame que le diga que las madres casamenteras que la han visto la apodan ángel... pero su belleza es exquisita, su madre debe estar orgullosa de usted - tía Hannah pone un sonrisa triste y voltea a verme. - Su madre falleció hace cuatro años Anastasia, era Vivian - Lady Bedford parece perder el aire y voltea a ver a su hija que ahora me ve diferente de cómo lo hacía hace 3 minutos. -Lo siento tanto, soy tan imprudente... estabas en el campo, con tu padre - dice la duquesa viuda inquieta moviendo mucho sus manos. - Tu madre... era una buena amiga y por eso la consideraba como mi hermana. Éramos muy cercanas - lady April me mira con recelo, sus ojos verdes muy oscuros como el jade me escanean parece que para ella soy algo bizarro. - Mi hija y tu deben de tener aproximadamente la misma edad, esto es maravilloso jamás creí que te vería alguna vez - sus ojos tan verdes como los de su hija brillan con lo que parece nostalgia - Vamos a dejarlas solas para que se conozcan, Hannah acompáñame tenemos que ponernos al día. Un silencio incomodo se apodera del pequeño espacio en el que estamos lady April busca con la vista entre la multitud de gente desesperada hasta que suspira y sus ojos se fijan en mí. -Así que eres tú esa dichosa chica de la que todo Londres habla, eres... muy distinta a lo que creí - eso último lo dice en un susurro. - Es mi primera vez en Londres, y a las personas les encanta hablar de más y he tratado pasar desapercibida - ella sonríe pero su sonrisa no alcanza sus ojos ahora fríos. - También he oído que es muy cercana a Amanda Morrison - ella me mira con detenimiento - En eso se han equivocado rotundamente, lady Amanda y su madre ahora no forman parte de nuestro circulo - la chica parece relajarse un poco. - Pero al contrario de usted yo no he oído nada con referente a su persona... estoy en desventaja lady April - ella fija con delicadeza sus guantes. - Vera, a mí eso del protagonismo se me da fatal, es mi primera temporada pero estuve enferma y hoy es mi primera noche en un baile, madre lo organizo para mí - ella sonríe con cariño y le devuelvo la sonrisa - lamento lo de su madre, yo no sé qué haría si me faltase la mía. Mi hermano cree que ella se sobrepasa conmigo pero yo sé que lo hace por mi bien, él no apoya nada sus decisiones incluso para organizar esta velada no se le notificó hasta esta mañana- ella deja escapar una risita. - ¿y ya tiene pretendiente? - su pregunta la hace sin mirarme a los ojos. Lucia impaciente por mi respuesta - No, como ya le he dicho son las madres casaderas las que me han dado a conocer yo por mi parte huyo de los caballeros no he conocido a nadie. También es mi primer baile- ella parece notablemente confundida ante mi respuesta. - Lady April, ¿puedo preguntarle algo? Sin que se ofenda o moleste - ella asiente. - ¿Porque está aquí conmigo en vez de estar disfrutando la fiesta en su honor? - ella sonríe y esta vez de manera auténtica. - Bueno digamos que con la única dama que he tenido una conversación decente es con usted Lady Savannah, me parece que las demás señoritas se acercan a mí con el fin de llegar a mi hermano - ella se acerca un poco más a mí y levanta sus ojos apuntando en una dirección, sigo sus ojos para encontrarme con un hombre de espaldas a mí con un traje n***o hablando animadamente con varios caballeros - Él es mi hermano James el duque Bedford. - Bueno lady Ap...- su voz me interrumpe. - Solo dígame April, Savannah. Porque espero que me permitas llamarte por tu nombre de pila, tanta formalidad arruga mi entrecejo - ella sentencia. - Estoy de acuerdo, tanta formalidad es algo agotador. En casa todos me tratan tan diferente que me está costando demasiado seguir tan riguroso protocolo - ambas reímos hasta que alguien finge una pequeña tos. Fijamos la vista al frente para encontrar a Lady Amanda ataviada con un vestido rojo extravagante y ajustado que deja a la vista sus atributos su cabello rubio atado en un elegante moño dejaba a la vista sus ojos color grises resplandeciente. Estaba espectacular pero era más que obvio que ese no era el color para una debutante, era un escándalo. No es que yo fuese prejuiciosa ni mucho menos, tía Hannah me lo había explicado bien, los colores obscuros no eran bien vistos en las damas jóvenes. -Miren que tenemos aquí - dice mirándonos de arriba debajo de forma osca - Una niña trol y una campesina, hay que avisar a seguridad para que las saquen - las otras dos chicas que vienen tras ella, ambas completamente iguales con vestidos naranjas y sus cabellos negros ríen con su comentario. No puedo evitar rodar los ojos ante sus palabras porque era realmente odiosa. Luego finge impresión y lleva la mano a su pecho teatralmente. - Pero si son Lady April y Lady Savannah, que terrible confusión la mía. Mis más sinceras disculpas cuñada - dice tomando del brazo a April con fingida familiaridad luego April se aleja de ella como si fuera la peste. -Veo que sigues siendo una arpía Amanda... y por favor deja de ser tan descarada y andar diciendo que vas a ser la próxima duquesa, cuando mi hermano no te conoce en absoluto o quizás solo haya oído que una niña rica con un interés molesto en él, no hace más que hablar de él como si lo conociera de siempre - Amanda pone su sonrisa de arrogancia. - Lord Bedford y yo estamos predeterminados a casarnos y lo primero que voy a hacer cuando eso pase es mandarte a un convento muy lejos de aquí donde tendrás que casarte con un miserable que este a tu altura porque nadie con clase querrá acercarse a ti jamás - dice acercándose de a poco a April que le devuelve una mirada retadora. - Es gratificante ver como se vuelve una leona en celo Lady Amanda, le ruego que por favor respete a April. Es usted una invitada y ella la dueña de donde usted se encuentra, compórtese como la dama que tanto alardea ser pero que está demasiado lejos para llenar ese término, le ruego por favor deje de estar repartiendo su veneno por todos los invitados... trate mejor de ser amable, o se va a atragantar con su propio veneno. Ahora si me disculpa empieza a oler mal por aquí y nosotras nos marchamos, que disfrute la velada - Amanda me mira sin poder creerlo y jadea en respuesta, me llevó a una estupefacta April lejos de esa pequeña serpiente venenosa. - Savannah eso ha sido estupendo - dice April con entusiasmo cuando ya estamos bastante lejos de esas tres. - Ha sido horrible y poco respetuoso, si mi tía me ve en eso, me manda de nuevo al campo de donde me ha traído. Aunque eso no estaría tan mal después de todo- digo entrando en pánico mi ataque de rabia de hace un momento me ha dejado sin aliento - Discúlpeme Lady April no he podido soportar sus palabras y mi lado impulsivo ha salido a flote. Tía Hannah se ha impuesto… ayudarme a deshacerme de mi lengua viperina pero le eta costando demasiado - No te disculpes Savannah eso ha sido lo que esa niña rica se merece, de pequeñas fuimos juntas a la escuela de señoritas y era una Amanda muy diferente a la de ahora, se ha convertido en una bruja mi madre siempre teme invitarla porque puede tramar algo para atrapar a mi hermano con alguna artimaña. Gracias por defenderme - dice ella tomando mis manos y apretándolas con cariño. - Y me equivoque con respecto a ti, No eres como Amanda - dice sonriendo y dejándome un poco perdida. - Niñas aquí están no las encontraba por ninguna parte, va iniciar el baile, Savannah tu carnet está lleno al igual que el suyo Lady April y ambas han sido autorizadas para bailar el vals - no me da tiempo de objetar cuando un caballero rubio de ojos azules me mira y se inclina ante mí. Tiene cierto aire familiar, automáticamente suspiro con cansancio. - Lady Ainswoth, soy Lord Jones y es un placer acompañarla en su primer baile - mi tía asiente sonriente y April me dirige breve mirada para encontrar ante ella al hermano de Amanda pidiendo su baile. - Es un placer conocerla al fin milady, todo Londres está desbordado en comentarios sobre usted - yo sonrió incómoda porque lord Jones no hace más que apretarme demasiado contra él y me incomoda.   *** James De nuevo estaba atrapado en otro de los bailes de mamá con su empeño de casarme con alguna chiquilla... mi humor había mejorado al encontrar a mis antiguos compañeros y amigos de Eton el baile se había inaugurado hace unos instantes y había logrado escapar de él ileso, cuando ante mí se presenta la escena más extraña que haya alguna vez visto. Una joven ataviada en un vestido celeste parece incomoda bailando con ese caballero que la aprieta con total descaro en su pecho y ella parece resistirse y trata de alejarse pero le es imposible. Un impulso extraño me saca del rincón donde me encuentro para dirigirme a la pista de baile. Hago sonar mi voz alta y clara - Buenas noches Lord Jones, que grato encontrarlo una vez más - al escuchar mi voz ambos se detienen a mirarme uno completamente disgustado y la chica con alivio, debo admitir que es preciosa. - Su hermana precisa de su ayuda en la salida, parece que se encuentra algo indispuesta y me ha mandado en su busca - lord Jones resopla para dedicarle una pequeña reverencia y una disculpa a la dama con la que bailaba y se marcha. Ella parece a punto de irse también pero la detengo - Terminemos de bailar esta pieza milady - ella levanta sus ojos hacia mí directamente y el aire escapa de mi cuerpo, sus ojos son tan azules que parecen irreales, su cabello rubio peinado deliciosamente deja escapar algunos rizos que enmarcan su rostro en forma de corazón dejando a la vista su cuello, su piel cremosa hace que la punta de mis dedos cosquillee. Tiene la boca ligeramente abierta, se me seca la mía en respuesta. -No se preocupe milord, no quiero acaparar su tiempo – ella luce bastante nerviosa pero de igual forma tomó su mano y la otra la guía a mi hombro y con su contacto mi cuerpo parece recibir una descarga eléctrica que hace que ella jadee y yo aprieto mis brazos, ella también lo noto. - No es ninguna molestia milady, es un honor - sus ojos azules escanean mi cara y mi cabello para morder sus labios gruesos y rosados haciendo que mi corazón palpite de forma rápida, incluso mi cuerpo reacciona ante su gesto - Soy Lord Bedford es un placer conocerla - sin darme cuenta nos encontramos bailado pasivamente uno inmerso en el otro. - Soy Lady Ainswoth, su excelencia - ella mira alrededor como buscando algo con desespero pero luego vuelve a fijar sus ojos en mí. - Me alegro que Lord Jones no haya logrado espantarla, sería una pena que se marchara tan pronto - sus mejillas se tiñen de un rosa muy discreto- no se preocupe afortunadamente fui discreto al venir a su rescate - ella enrojeció aún más y me hace sonreír.- No se preocupe Lady Ainswoth, lord Jones es conocido por ser un poco efusivo a la hora de bailar, aunque creo que va a molestarse cuando sepa que no es verdad que su hermana estaba indispuesta - a ella se le escapa una pequeña risita. - No debió molestarse milord ya estaba a punto de sufrir un falso mareo con tal de que me dejara libre - su comentario me hace reír ganándome la mirada de varias señoritas que me miran sin poder creerlo. - No acostumbro a bailar en los eventos de mi madre milady espero que entienda que ahora me debe algo - ella palidece de momento haciéndome reír una vez más - no se asuste soy un caballero, solo le iba a pedir que baile conmigo. Digo, prácticamente este está por acabar - ella parece relajarse notablemente y sonríe. -Vera milord mi tía, Lady Remington que también es mi carabina... se encarga de mi carnet, así que lamento decirle que escapa de mis manos saldar mi deuda con usted - ella sonríe genuinamente y sus ojos azules brillan. No puedo evitar devolverle la sonrisa porque es una hermosa mujer que me tiene actuando como un jovencito hormonal. - En ese caso debo hablar con ella, ahora mismo - sonrió y sus mejillas se tiñen de un rosa encantador. No pierde su sonrisa ni un solo momento ni yo tampoco. La música se detiene dando por terminado el baile y le hago una pequeña reverencia en forma de despedida a lo que ella hace lo mismo de forma elegante y se aleja hacia donde una sonriente April y una impresionada Anastasia me miran sin reparo y otra dama la cual recuerdo porque es muy amiga de mi madre, ella le sonríe a Lady Ainswoth con familiaridad. Me acerco a las damas con pausa hasta estar frente a ellas. -Madre, April que bellas están... como siempre - mi madre no pierde su cara de impresión y April no deja de sonreír. - Lady Remington- la dama en cuestión alza sus ojos a mí con precaución. -Buenas noches, James querido. Que alegría verte  - da una pequeña sonrisa. -Lo mismo digo tuve una breve conversación con lord Remington y no menciono que tenían bajo su tutela a tan encantadora jovencita. Con la cual me gustaría que me conceda un baile milady - mi madre jadea y trato de ignorarla pero me es algo imposible ya que April suelta una risa bastante descarada. - Sera un honor su excelencia pero el carnet de Lady Ainswoth se encuentra completamente lleno. Solo el vals le está disponible - ella me mira como tratando de encontrar algo en mi rostro. - El vals será entonces - me inclino y tomo la mano de lady Ainswoth dejando un leve beso en ella y luego me despido. -Nos vemos pronto, disfruten la velada - me marcho hacia un bastante molesto Starling. - ¿Se puede saber que pretendes? - escupe de forma osca al instante que estoy a su lado. - Absolutamente nada Alejandro - digo con calma dándole un sorbo a mi copa. Y no entendiendo realmente a que se refiere. - Ella es Lady Ainswoth, la mujer a la que te dije que iba a cortejar - dice sin más mirándome con su rostro serio - y tú vas y te apareces ante ella y me sacas del juego sin darme tregua - dice ahora sonriendo y negando con la cabeza. - ¿De qué hablas Alejandro? - digo sin dejar de mirar en dirección de dicha dama. - De que ahora tú pareces embobado con la señorita ¿te interesa? - pregunta ahora parado frente a mí. Algo dentro de mi reacciona bien y otra parte mal ante aquella pregunta pero todo está muy claro al recordar sus ojos y esa bonita boca. - Digamos que sí viejo amigo... y que quiero que te alejes de ella cuanto antes - el parece comprender mis palabras y alza las manos en señal de derrota. Mientras ni yo mismo sé que me impulso a soltar aquellas palabras - Es toda tuya amigo - dice palmeando mi hombro y sonriendo. Y justo en ese instante me pierdo. ¿Qué he hecho? ella no es más que otra chiquilla cazando al mejor candidato y ella sabía perfectamente quién era yo. Creo que yo mismo me he metido en un buen lió. Ambos observamos en su dirección y en ese instante ella alza sus ojos y se encuentran con los míos, la sensación que recorre mi cuerpo en ese instante es arrolladora y voraz, alzo mi copa hacia ella y sonrió... ella sonríe mostrándome mi perdición. Yo mismo me eh buscado aquella hermosa condena.     De lo que ambos no se percataron era de una joven dama vestida de rojo los miraba con odio a ambos, presenció todo desde el comienzo sin poder creer como una campesina sin una pizca de modales podía llamar la atención del que ella creía su hombre, en su cuerpo pequeño no cabía una gota más de rabia, esa pequeña mosca muerta se las iba a pagar, ella no lograría quitarle a su futuro esposo. Acabaría con ella antes de que le quitara lo que era suyo.
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