Pero todo eso, se verá mañana. *** -Bueno, Carlos, aunque me encantan tus visitas de acosador compulsivo, es hora de irse. -Prométemelo. -Adiós.-Digo alargando mucho la "o" mientras le empujo para que salga por la puerta, porque como salga por la ventana y le pase algo van a creer que ha sido mi culpa. -Clar ...- Comienza, pero yo le interrumpo con un grito que hace que se vaya. -¡MARCO! -Exclamo y, Carlos, sale corriendo por la puerta antes de que mi hermano le coja antes, y, no salgo del cuarto hasta que oigo un portazo que indica que mi amigo ya se ha ido, entonces, me acerco a las escaleras y bajo por ellas a grandes zancadas. -¿Qué querías? -Pregunta mi hermano con la boca rebosante de pan con salsa, tropezones hacia mí incluidos. -No, era solo para asustar a Carlos, nada más.

