Capítulo 11

999 Words
Me adentro al vestuario, de baldosas grises por todos lados, unas taquillas turquesa y unos bancos de madera junto a las paredes y me acerco a mi taquilla, sacando la ropa y empezando a cambiarme. (...) Salgo del vestuario con Eva junto a mí y ambas con la mochila al hombro, al salir, nos encontramos a algunos chicos haciendo flexiones. Nosotras nos cambiamos rápido. Pero, ¿tanto tardan? Entre ellos solo reconozco al Íñigo, a Carlos ya Rodrigo, que deben estar terminando, pues, respiran como si acabasen de correr un maratón. Nos sentamos en las gradas a esperar al resto del grupo. (...) Llevamos media hora ¡Media hora! Esperando y todavía faltan la mitad de los chicos, ya me duele el culo de estar sentada en este metal frío. Los "hombres" porque ahora estoy empezando a dudar de su masculinidad que si tardan mas que las chicas, las cuales se han vestido y maquillado, y sólo se tienen que cambiar, van saliendo en pequeños grupos de tres o cuatro, hasta que porfin estamos todos, llegamos tres cuartos de hora a la clase siguiente, cuyo profesor está que echa humo y nos castiga quedándonos sin recreo dos días, para recuperar la clase perdida, pues se tiró el cuarto de hora restante gritandonos por nuestra tardanza, etcétera. Toca el timbre del recreo y como el profesor de matemáticas no puede estar hoy salimos al patio, tengo que pedirle el dinero a Manuel para el vestido, así que, cuando ya estamos fuera me acerco a él y cuando ya estoy a un par de metros de cemento grisáceo que separa nuestros pies grito. -¡Oye! ¡Gorila! Al exclamar eso éste gira la cabeza a tal velocidad que me extraña que no se haya partido el cuello, al verme, alza una sonrisa torcida y se acerca a mí. -¿Qué quieres? -Me pregunta alzando una ceja. -Voy a ir esta tarde a por el vestido, necesito que me des el dinero.-Digo cruzandome de brazos. -¿Esa era la cosa tan importante que tienes que hacer y no me querías decir? -Pregunta agrandando su sonrisa. -¿Qué? No, eso si te incumbe pero lo otro no. -¿Por qué no? -Porque no. -Algún día me lo vas a decir. -¿Tanto te aburres como para saber lo que voy a hacer? -Es que me interesa. -Entonces ... -¿Me lo vas a decir? -No.-Respondo sonriendo. El bufa en desacuerdo y prosigue, cruzando sus brazos al descubiertos por llevar una camiseta blanca de manga corta. -Como verás, no he traído cien euros al instituto, te lo doy esta tarde. -¿Delante de Eva? Ni de coña.-Digo soplando un mechón de mi pelo. -Alguna vez que estemos a solas.-Propone alzando una ceja. -¿Contigo? Ni de coña.-Me niego rotundamente cruzandome de brazos. -¿Entonces? Decidete.-Dice él peinándose son la mano. Apoyo mi peso en la pierna derecha y doy golpecitos con mi índice también derecho en mis labios, pensativa. -Emmmmm... ¡Ah, ya sé! Ésta tarde en tu casa - fuerzo el gesto al decir eso, como si hubiese tomado un limón.- cuando Eva vaya al baño o algo así me lo das.-Finalizo sonriendo. -¿Y si no va al baño?-Pregunta alzando una ceja. -Irá- Sonrío diabólicamente.- Ya te digo yo que irá. -A veces das miedo, ¿lo sabes, no?-Pregunta sonriendo. -¿Y eso que tiene de malo?-Cuestiono con una sonrisa angelical. -Nada... Nada...-Dice mirando a os lados sospechosamente. -Bueno, vale, me lo das luego, adiós.-Digo dirigiéndome a donde están Eva y Carlos. Cuando ya estoy junto a ellos, pasandome la mano por el pelo y apoyándome sobre una pierna. -¿Soy la única a la que ir a casa de Manuel le da mala espina? (...) Me despido efusivamente con la mano de Carlos y me subo al coche azul metálico de mi hermano. -¿Algo nuevo?-Pregunta mirándome y alzando una ceja. -Nada, que tengo la tarde muy liada.-Contesto peinandome el pelo castaño con la mano. -Te puedo llevar yo, si quieres.-Se ofrece, a lo que yo me giro con los ojos como platos hacia él, incrédula. -Quien eres tú y que has hecho con Marco Rodriguez. -Vale, soy de la mafia rusa, mi nombre es Vladimir Putin y hemos secuestrado y asesinado a tu hermano para poder infiltrarnos en tu país y robar vuestros secretos nucleares.-Dice fingiendo un falso acento ruso. -Ah, vale, vamos a casa.-Digo volviendo a mirar al frente con una sonrisa. Al entrar en casa, me coge del jersey y me vuelve a pegar contra la misma pared que ayer. Vamos a acabar dejando un hueco de tanto pegarme a ella. -¿Qué es eso de que esta tarde vas a casa de Peña?-Pregunta aprisionandome exactamente igual que el día anterior. -¿Tu me espías con la oreja pegada a la puerta o cómo? Marco, te lo digo en serio, buscate una novia, o un novio, lo que prefieras. -¿Tu te quedaste sin oxígeno al nacer no?-Pregunta inclinando la cabeza hacia delante. -Ya, porque quería seguir tu ejemplo.-Contraataco sacando la lengua y frunciendo el ceño. -Mierda, ya se como te sientes a diario. -¡c*****o!-Grito dándole un golpe con la palma abierta en la frente, éste se hecha hacia atrás y yo corro hacia la cocina, tengo que comer, en tres cuartos de hora tengo que estar en casa del gorila. Pero como yo soy muy inteligente. No se donde vive. Lo llevo claro. Paso de eso y cojo un trozo de una tortilla de patata colocada en un plato de cristal sobre la encimera, con una fina barrera transparente de film de plástico cubriéndola. Parto un cuarto y me la como a paso lento, observando a través de la ventana como pasan los pájaros. Acabo mi comida improvisada, saliendo de la cocina de baldosas blancas a paso lento y echándole una ultima mirada al reloj de marco blanco. Tres menos cinco. En veinte minutos tengo que estar allí. Pero... No se dónde está allí. Subo a mi cuarto y me cambio de ropa, pues, la que llevaba puesta olía al sudor de la clase de gimnasia desprendido por los poros de mi cuerpo, vistiéndome con un vaquero n***o, una sudadera gris la cual cubre una camiseta blanca de tirantes y las mismas zapatillas blancas de ésta mañana, y, al estar junto a la puerta, cogiendo las llaves y guardándolas junto al móvil, alguien llama a la puerta. Abro suavemente, pero al ver al integrante que se encontraba al otro lado de la tabla de madera, doy un respingo. -¿¡MANUEL!?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD