Inesperado suceso

1423 Words
Inesperado suceso Steven se rascó la barbilla entrecerrando los ojos y preguntó: — ¿Se puede saber que tienes en mente? Ella apretó sus labios imitando una sonrisa irónica y dijo: — Cuando me contrataste para venir a trabajar contigo, lo hiciste por la necesidad y también por mi habilidad en los negocios y las finanzas, la circunstancias me llevaron a tener un bebé en puertas, pero eso no ha sido un obstáculo, hasta el momento he estado funcionando desde casa; ¿O no? A él no le quedó más remedio que asentir con su cabeza y aceptar lo que ella exponía; Catalina continúo diciendo: — Pues me cansé de estar en casa, ya mi bebé tiene tres meses, deseo volver a la oficina, contrataré a una niñera, dejaré biberones con mi leche materna para que mi hijo se alimente mientras esté en el trabajo, eso es lo que tengo en mente. — Ahora eres mi esposa Catalina — dijo Steven con voz grave. — ¿Y eso qué ? ¿Necesitas de mí o no?— preguntó ella desafiando a su marido— sabes muy bien que siempre ha sido tu padre el de la cabeza para los números y negocios, tú eres el de las jugadas sucias, así que ya está decidido no deseo estar más en casa, así que espero que me entiendas. Él apretó los dientes y dijo: —Sabes que tienes la sartén por el mango y sabes usarlo, porque eres de mi entera confianza acepto que tienes razón, pero gracias a mis estrategias “sucias” como tú las llamas se han multiplicado mis cuentas bancarias, deberías aprender de mí — Sé quién eres Steven, en éste tiempo he aprendido a conocerte muy bien, en cambio mis cuentas están vacías, yo no tengo nada de ahorros, gracias a que tú congelaste mis cuentas, necesito trabajar para sentir que soy útil, porque es tu dinero, no el mío, necesito trabajar, que me asignes un sueldo— espetó ella. El la miró y respondió: — ¡Haré algo mejor, pondré un grupo de acciones a tu nombre, así empezarás a disfrutar de ser mi esposa, recuerda que te lo prometí, ahora eres una Majors, así que si eso es lo que deseas, entonces lo haremos, instalaré una guardería en la oficina para que tengas al niño cerca y puedas vigilar a la niñera — terminó diciendo con condescendencia. Ella sintió un cosquilleo agradable, aquella noticia fue muy satisfactoria para ella, estuvo de acuerdo en eso, en unos días más estuvo todo listo para que ella se pudiera instalar en la empresa. Esa mañana se había levantado con ánimo, a pesar de dormir junto a un hombre que no amaba. — ¡Buenos días Steven!— saludó Catalina con entusiasmo— hoy empieza un nuevo panorama para mí. Él atendía una llamada esa mañana y al ella entrar tan entusiasmada, Steven hizo un gesto extendiendo la mano para hacerla callar, ella se quedó muy seria esperando a que él culminará de hablar, lo escuchó decir: — ¿Cuándo sucedió?— En la voz de él había alarma. Lo vio palidecer al escuchar la información del otro lado de la línea, vio que tenía la mirada llena de angustia, Catalina pudo escudriñar el rostro de él y preguntó: — ¿Qué está sucediendo? ¡Estás pálido!— dijo preocupada. Él apretó los labios y respondió: — ¡Papá acaba de tener un infarto, además se cayó en el baño, tuvo una leve fractura de cráneo necesito volver a América! Está muy mal; ¿puedes acompañarme? Ella abrió los ojos por la sorpresa y respondió: — Sí claro, iré contigo. El corazón de ella latía aceleradamente, una mezcla de emociones se daban en su mente y en su corazón, después de casi un año de estar fuera, ahora le tocaba volver. De inmediato Steven llamó para reservar un vuelo, debía estar urgentemente donde estaba su padre enfermo.Cuando iban de camino al aeropuerto Steven dijo extrañado. — Pensé que ibas a traer a la niñera contigo. —No, allá tengo una buena amiga, pienso hablar con ella, si me permites trabajar— respondió ella. Después ambos se sumergieron en sus pensamientos sin comentar nada más entre ellos. Apenas llegaron, Steven se dirigió al hospital donde se encontraba su padre, de inmediato fue y habló con el médico que llevaba el estado de salud de su progenitor. La situación no era fácil, estaba bastante delicado de salud, más tarde se reunía con Catalina para ponerla al tanto de lo que sucedía. — Quiero que estés al frente de todo, no solo aquí, si no también en Europa, eso mientras yo me ocupo de velar porque papá se recupere. Ella cabeceó afirmativamente al decir: —Me parece muy bien, pero necesito recuperar mi celular, pues allí tengo el número de mi amiga, tener toda la autonomía en tus negocios y de los de tu padre, para así no tener complicaciones a la hora de tomar una decisión. Él apretó los labios, aquel gesto no pasó desapercibido para Catalina, que entonces dijo: — Yo no te estoy pidiendo si no lo justo Steven, hasta ahora me habías anulado a nivel de la empresa, por eso iba dispuesta a recuperar mis área de trabajo, se cómo llevar una empresa y te lo he demostrado así que voy a reclamar mi justo derecho, ahora que él único que siempre estuvo facultado, esté enfermo, eso te obliga a que me des carta blanca, afortunadamente soy tu esposa legítimamente, porque tú lo decidiste así, no te preocupes, velaré por nuestros intereses. Él suspiró, solo para decir: — La verdad no tengo cabeza si no para ver qué mi padre esté bien nuevamente. — Entonces ocúpate de él, que yo llevaré las riendas de tus negocios — prometió con solemnidad. Así que sin decir ya nada especial, acordaron en que ella iba a llevar todas la cuentas, además de ocuparse de la corporación Majors, no solo en América si no, en Europa; apenas él le entregó el celular, Catalina de inmediato se puso en contacto con su amiga Lotty, estaba ansiosa por verla, por saber de ella. — ¡Hola! ¿Sabes quien te habla? — ¡Cata!— exclamó la amiga— ¡Me tenías abandonada! — Son muchas las cosas que tenemos que hablar mi amiga, voy a mandar un chófer para que te recoja en el departamento, ¿Aún sigues allí, supongo?— preguntó Catalina esperanzada — ¡Supones bien, mira que tienes suerte, hoy me cancelaron una cita, por eso estoy aceptando ir contigo a tu mansión!— dijo Lotty emocionada — Ya salió el auto para allá, quiero que prepares una maleta con tus cosas, te vienes a vivir conmigo— le había dicho Catalina. — ¡Tú sí que eres sorprendente amiga linda! Cómo muero por saber de tí, acepto tu invitación— respondió Lotty— tenemos que recuperar el tiempo perdido. Media hora después Lotty entraba deslumbrada al gran salón, dónde la esperaba Catalina, tenía una figura imponente, la amiga gris se había ido y ahora estaba una mujer desconocida para la escort. —¡Cata! ¿Eres tú? ¡Te juro que si te hubiera visto en la calle y paso de largo! ¡Qué gran cambio ha sucedido en tí, estás hermosa, imponente!— exclamó Lotty. Catalina sonrió y corrió a abrazar a su mejor y única amiga: — ¡Qué feliz soy de verte Lotty! ¡Estás muy linda!— exclamó emocionada la nueva Ceo. — ¡Te ves imponente! ¡Toda una dama querida!— también exclamó Lotty. —¡Soy la misma amiga! Solo que ya no soy tan ingenua como antes y ahora tengo en mis manos herramientas de poder que me harán temible.— respondió Catalina. La otra tomó las manos de su amiga y dijo: —¡Te he extrañado tanto! —¡También yo, mi Lotty! ¡Ven vamos a mi habitación, quiero mostrarte algo, o mejor dicho a alguien! Las dos subieron las hermosas escaleras de aquella lujosa mansión, Catalina se sentía relajada ante su amiga, lo único que le quedaba de su antigua vida. Entraron en una habitación infantil y allí estaba él pequeño bebé durmiendo plácidamente. — ¡Es tu hijo! ¡Qué bello es! ¿Ya Evan Bragg lo conoce?. Catalina puso la mano en la boca de su amiga, quería evitar que aquello que ya había dicho se propagara. — ¡Cállate Lotty! Mi hijo es mío, de nadie más!
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