Entre dos enemigos

El Carácter de Catalina

El carácter de Catalina.

Mientras Catalina se había cargo de cada situación en la empresa, ya en casi dos semanas, se sentía como pez en el agua al frente de aquella gran corporación, Steven se concentraba en la salud de su padre que cada día se deterioraba más.

Pero aún así seguía pendiente y en contacto con su espía particular infiltrado en la empresa que él consideraba su mayor competencia y no dejaba en su determinación de hacerle la guerra a Evan Bragg. Esa tarde Peter se atrevió a reunirse con Steven en el hospital.

— ¿Cómo va la demanda contra Catalina?— preguntó

Peter sonrió abiertamente mostrando unos incisivos afilados como si se dispusiera a clavar sus colmillos en una presa cercana.

— Hace dos día el abogado introdujo la denuncia— dijo triunfante— ya pronto llegará la notificación para que ella se presente al juicio que se llevará a cabo.

—¡Eso suena excelente! ¡Tengo tanto tiempo esperando un enfrentamiento entre estos dos!— exclamó Steven lleno de júbilo.

— Ya toda la carne está puesta en el asador mi querido jefe, es cuestión de días para que reine el caos entre ellos— aseveró Peter lleno de confianza.

Se despidieron confiando en aquella estrategia que pronto iba a hundir a Catalina por completo, pero alguien también se había dado cita en ese hospital y tenía pruebas de aquella reunión entre estos dos depredadores de negocios.

Unos días más tarde mientras Catalina revisaba en casa los acontecimientos del día junto a su amiga y niñera, Lotty, entró Steven enarbolando una citación para comparecer ante un juez en apenas dos días.

— Esto me lo acaban de entregar cuando venía entrando a la casa, Cata, veamos de qué se trata—dijo con voz tensa.

Catalina arrugó el entrecejo, pues desde que ella había tomado las riendas de la empresa, él solo venía por escasos momentos, pasaba la mayor parte en el hospital con su padre y ni siquiera se preocupaba de cómo iba desarrollándose ella como CEO en la corporación, por eso verlo entrar así le llamó poderosamente la atención.

— ¡Me imagino que tú papá está mucho mejor hoy, te ves animado!— dijo ella por saludo.

Él ignoró el comentario extendiendo ante ella el sobre amarillo diciendo:

—Está dirigido a tí, así que ábrelo, voy a darme una ducha para volver al hospital y no, mi padre sigue igual, pero ya estoy resignado a ver cómo su salud se apaga cada día, gracias por preguntar, con tu permiso.

Salió sin siquiera saludar a Lotty, ni ver al niño que jugaba con la mano de la chica.

— Tu esposo es tan extraño, frío y distante con tu bebé, ¿por qué se casó contigo? No me ha gustado nunca su actitud hacia tí.

Catalina hizo un gesto con su boca y respondió con voz cansada:

— Éste matrimonio es por razones de seguridad personal, es complicado explicarlo, pero el piensa que si se casaba conmigo yo le debía fidelidad financiera, sí sé que es una locura, por eso me mantuvo encerrada tanto tiempo en Europa, afortunadamente para mi, su padre enfermó y tuvo que claudicar poniéndome al frente del consorcio, ahí donde lo ves, solo es una fachada de CEO.

Lotty escuchaba con atención y mientras más sabía de la vida de su amiga, abría la boca sorprendidaante aquello que oía.

—¿Una fachada?— preguntó intrigada.

Catalina hizo una mueca que simuló ser una sonrisa, a pesar de que se conocían desde hacía mucho tiempo ella era bastante reservada con sus asuntos íntimos, pero ésta vez necesitaba hablar con la única persona que siempre le había mostrado fidelidad y amistad.

— Si Lotty, no existe amor en ésta unión, por lo menos de mi parte, solo interés comercial o de negocios, para mí es mi oportunidad de obtener una posición en el mundo de los negocios, todo éste tiempo, solo me usaban por mis conocimientos, está vez voy a usarlos para mí beneficio personal.

— ¡Amiga, me das miedo!— exclamó la otra.

—No tienes porque, no le hago daño a nadie — respondió Catalina — solo aprovecho lo que la vida me da.

—¿ Y no te preocupa lo que el sienta por tí?— Preguntó la muchacha interesada en la respuesta de su amiga.

Catalina suspiró apretó los labios en un mohín reflexivo y dijo:

— No, realmente me importa poco lo que suceda con él, a Steven no le importó que yo no me comunicara contigo, tenerme prácticamente secuestrada solo por intereses egoistas, ¿Por qué me tiene que importar a mí lo que le suceda?

— ¡Estás tan cambiada Cata! ¡Te ves dura y fuerte! Siempre pensé que eras vulnerable y tonta, pero me equivoqué — reconoció Lotty.

— Esa Catalina quedó atrás amiga, murió el día que descubrí que cualquier persona te puede utilizar como si fueras un mueble viejo, cuando ya no le eres útil te botan en la basura — dijo con voz amarga la muchacha.

— Pero Evan no te trató como mueble viejo, ¿o sí?

—Evan me trató como un objeto s****l amiga, solo porque le guste demasiado esa noche, se creía con derecho a tenerme cuando el quisiera, él me trató peor.

— ¡Ay amiga, pero ese Evan Bragg te ama! La verdad, lo ví deseoso de encontrarte, aunque soy malísima juzgando a las personas,— dijo Lotty contrariada— pero a él lo ví muy enamorado de tí.

—No lo creo Lotty, hombres como él solo buscan placer momentáneo, no te preocupes, no siempre conocemos a la gente, y menos a los ricos que van aplastando a su paso aquí en sea, con tal de lograr sus objetivos — dijo con amargura Catalina— por cierto, déjame ver de qué trata éste documento.

Buscó un abre carta y con cuidado sacó una hoja de papel del sobre, mientras leía, su frente se arrugó en gesto de dureza y dijo:

— Mira, debo comparecer ante un juzgado, acusación que viene de parte del señor Evan Bragg, quien según tú, estaba muy enamorado; ¿te das cuenta amiga? En dos días debo estar lista para defenderme no se de qué, creo que era para ésto que me estaba buscando, pero te aseguro que me voy a defender— sentenció Catalina con voz dura.

Lotty tomó el papel y también lo leyó incrédula y dijo molesta.

— ¡Que mal nacido! ¡Mira que engañarme a mi con su cara de borrego degollado! ¡Ojalá lo tuviera al frente para abofetear su rostro sin compasión!

— ¡No gastes tus energías en eso amiga! ¡Veremos de qué me acusa éste señor — dijo Catalina sombría.

En ese momento entró en el salón Steven recién bañado y listo para salir de nuevo y al ver a las dos mujeres preguntó:

— ¿Viste de que se trata lo que te di?

Ella se lo quitó de las manos a su amiga que todavía no salía de su asombro y lo colocó en las manos de Steven.

— Lee y mira lo que está haciendo Evan Bragg; ¿Sabes de qué me está acusando?

Él fingió interés y respondió:

— La verdad no tengo ni idea.

— No sé porqué tengo la leve impresión que ésto tiene que ver con Peter Wilcox, por lo tanto tú debes tener conocimiento, pero no voy a esforzarme para que seas sincero conmigo, yo voy a enterarme por mi misma.

Steven por primera vez hizo como si notara a Lotty, se volvió hacia ella y quiso exigir que saliera de la habitación, Catalina intervino diciendo:

— ¡Ella se queda! ¡Lo que necesites decir, lo harás delante de ella, y quita tu cara de inocencia, porque estoy segura de que tú sabes de qué se trata esté juicio!

— Yo mejor voy a dejar al niño en su cuna amiga — intentó decir Lotty.

— ¡No, dije que te quedas y te sientas allí!— exigió Catalina a su amiga.

— No creo que sea conveniente que el servicio doméstico escuche nuestras conversaciones — dijo Steven con toda la intención.

—¡ Lotty es mi amiga! ¡No el servicio doméstico!