Lisandro se pasó una mano por el cabello, completamente frustrado, pude ver que odiaba que Helena usará a su hijo en su contra, aventó el teléfono a un lado y se me quedó viendo.
—No es justo —murmuró, en su rostro pude ver que estaba sufriendo.
—¿El qué?
Respiró profundamente, y su voz tembló ligeramente cuando habló:
—Que me haya robado… que me haya quitado esos años con mi hijo. Valeria, yo no quería hijos. Se lo dije, fui claro, y ella me dijo que se cuidaba, que tomaba sus pastillas... pero mintió, ya lo tenía planeado.
Me acerqué para abrazarlo.
—Cuando me dijo que estaba embarazada, sentí que me había traicionado. Me enojé, la confronté. Pero después... no sé, fue diferente, me ilusioné. Pensé que podía ser padre, que podía hacerlo bien. Elegí el nombre, le hablaba a su vientr
