La terapeuta

1346 Words

Al día siguiente me desperté sintiendo el cuerpo pesado, como si hubiera corrido un maratón, la comida con Leonardo Varela me había dejado un mal sabor de boca, y sus palabras seguían dando vueltas en mi cabeza como un eco, “Lisandro no es un santo, y los hombres como él siempre esconden algo”. Me levanté de la cama,después de cepillarme fui a la cocina, donde Sebastián ya estaba preparando café, me miró y soltó una risita. —¿Qué? ¿Otra noche soñando con tu jefe sexy? —dijo, pasándome una taza humeante. Puse los ojos en blanco y tomé el café como si fuera mi salvavidas. —No empieces, Sebas, ayer fue un día largo, y hoy tengo un evento de la empresa, no estoy para bromas. Él se apoyó en la barra, cruzando los brazos con esa sonrisa suya que me saca de quicio a veces. —¿Evento? ¿Con L

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD