Señor Luthor

¿Qué sientes?

Los gemelos fueron a buscar a su hermana para jugar al billar, pero, estaba encerrada en una de las habitaciones de arriba y su papá en la oficina. Percy se sentía preocupado por Aurora, se asomó a ver qué tal seguía y se encontró con su amigo buscando algo en un maletín.

—¿Qué tal está?

—Todos los signos son normales, está mejorando—respondió Pablo.

—Ey, vamos a jugar pull, ¿quieres venir? —preguntó Parker y él asintió.

Pablo le tomó el tiempo Aurora y los acompaño al piso de abajo donde tenían una sala de juegos enorme. Le ofrecieron algo de beber o comer y él se negó con la cabeza, el juego iba bien hasta que comenzaron a ganarle los gemelos.

—Soy el hermano menor de una pareja de clones y sé lo que están haciendo. —él sonrió y los hermanos Luthor rieron.

Patrick se unió a ellos y vio a sus hijos incrédulos.

—Llevan toda la vida en eso, haciendo trampa —se quejó mientras tomaba un taco de billar para unirse al juego. —¿Cuántos hermanos tienes?

—¿Como... nueve o diez? —todos rieron. —Éramos siete, luego mis dos hermanas gemelas pequeñas y mi hermanastra que es mi cuñada, así que no sé si cuenta o no, pero es familia.

—¿Es tu cuñada?

—En defensa de mi hermano y de Pri, ellos comenzaron a salir cuando pensaban que eran primos.

—Nooo—todos rieron.

—Tú eres hijo de Alonso Pieth.

—Sí, el hijo médico de mi papá.

—Qué ironía—bromeó Patrick.

—¿Por qué?

—Alonso renunció al hospital, debería haberlo heredado en lugar de Arturo. Su abuelo es un c***k de la medicina, Alonso un monstruo de los negocios.

—Jumm, ¿en qué te especializaste?

—Emergenciólogo, especialista en trauma e infectólogo. Trabajo como médico sin fronteras, hace años no trabajaba con tanta tecnología, creo que nunca. Aury tiene razón, mis hermanos ya no me tienen en el chat de hermanos porque no contesto, y mis hermanas creen que soy un señor random, mi papá tiene esa mirada de: ¿qué hice mal contigo? Y mi madrastra me trata como un niño con necesidades especiales. Es complicado, al menos tengo una Aurora que siempre está, es la persona más leal y dulce del planeta, solo no le saquen el lado perra.

—Es salvaje, a veces la escucho hablarle a mi papá y rezo por los dos.

—Tiene un carácter del culo. Antes tardaban más en cansarla, últimamente le dices algo y quiere matar, pero es bueno, cuando se tiene tanto dinero como ella y tanta dulzura es peligroso ser bueno.

—Se lo digo a menudo.

—Voy a monitorizarla y a ordenar tacos, ¿quieren?

Todos asintieron y Patrick fue detrás de él. Los dos se rieron al ver a la enfermera de Aurora, estaba cobijada con sus propias cobijas y Aurora le abrazaba. Ella se miró a los dos hombres en la puerta y les dijo que se sentía un poco mejor.

—¿Quieres un emparedado o algo? No tocaste el desayuno

—¿No me han pedido almuerzo? —preguntó indignada y los dos rieron. —Una galleta y un té. Ya Pablo te pidió comida.

—Ok, gracias. —Patrick sonrió y Pablo se acercó a ella, tomó asiento a su lado en la cama y le volvió a tomar los signos.

—Me dormí —dijo impresionada Meredith. —¡Quieres algo Aury?

—No.

—Voy a orinar, te dejo con el doctor.

La chica salió corriendo hacia su baño y Pablo aprovechó para preguntar:

—¿Cuál método anticonceptivo estás usando?

—El preservativo.

—Los preservativos se rompen Aury, puedes estar embarazada.

—Hemos tenido sexo como seis veces y todas con condón. No estoy embarazada.

—Eres una adulta y tienes todo el control sobre tu vida. Como tu doctor, te recuerdo lo más efectivo es el preservativo combinado con un anticonceptivo oral, hazme el favor y ten cuidado, añadir un bebé a la receta es una locura.

Patrick alcanzó a escuchar que susurraban, pero nada con nitidez. Se acercó a Aurora con unas galletas de maple y otras saladas para ayudar a su estómago a asentarse. Le entregó el plato y le dejó el té en una mesita de noche, le besó en la frente y los dejó a solas y Aurora se comprometió a conseguirse un método anticonceptivo, aprueba de balas.

—¿Qué pasó con el DIU de tu papá?

—Me lo fui a quitar. Sabes que no creo en agregarle hormonas a mi cuerpo y mucho menos un aparato que no sabes si se puede adherir o crear cicatrices. Me le voy a dar una oportunidad lar por el universo y matarme. El m

Método anticonceptivo ideal es el ritmo y el preservativo. —Pablo rió porque era el más inefectivo, dependía de dos personas calientes colocándolo adecuadamente, con cierta anticipación para que ningún nadador hiciera un transcurso no deseado. Desde la clase de control s****l su amiga había clavado con la cantidad de efectos secundarios, alargo y corto plazo, de los anticonceptivos hormonales y su yo feminista tampoco le permitía entender por qué las casas farmacéuticas se empeñaban en arriesgar a tantas mujeres cuando el hombre es el verdaderamente promiscuo por naturaleza.

—¿Lo estás haciendo?

—¿Qué? ¿El sexo sí, el ritmo no?

—Uhh…

—Pablo no me vuelvas loca ¿sí?

—¿Cuál es la prisa?

—No hay prisa.

—Algo pasa Aury, te estás casando con alguien que conociste hace unas semanas y no te estás cuidando.

—Patrick le donó semen a su ex para que se insemine, y puede que haya estado esperando quedar embarazada y que él entienda que estamos construyendo una vida juntos. Un matrimonio se disuelve con un divorcio, pero los hijos son para toda la vida. Déjame estoy siendo más loca de lo normal.

—Curioso, ese es otro síntoma de embarazo irracionalidad—Pablo se ríe.

—Espero que no vayas por el ala de maternidad haciendo este tipo de comentarios.

— Já, te gusta en serio, pensé que tu papá estaba obligándote o algo, pero quieres a Patrick. Estás enamorada de forma obsesiva, celosa, romántica y s****l. Amas a este hombre.

—Claro, le quiero, es inteligente, apuesto, tiene los pies en la tierra, es amable, protector y un buen papá. Me da confianza y apoyo, incluso si discutimos mucho, no me siento intimidada o minimizada.

Patrick estaba en el pasillo y sonrió, su hija le dio un golpe en el brazo y él le miró molesto, antes de jalarle el pelo por sapa, Meredith salió corriendo y Patrick caminó despacio.

—Llegaron los tacos, te traigo o puedes venir a comer.

—Voy a comer uno sin ustedes dos, porque Parker y Percy tienen cara de competidores.

Patrick entró a su habitación y se acostó al lado de Aurora, la abrazó por la cintura y le miró a los ojos. Aurora sonrió y se inclinó para besarle, pero recodó que había vomitado y se detuvo.

—¿Qué pasa?

—Vomité hasta mis intestinos.

—Bueno, dame un piquito—ella estiró los labios y los unió con los suyos. —¿Te sientes mejor?

—Me siento mucho mejor.

—¿Quieres que nos quedemos en casa?

—Quiero que pases con tus hijos, les va a hacer bueno, sobre todo Meredith que hoy tiene papitis.

Escuchan pasos acercarse y ven a Pablo.

—La come tacos es Meredith—les da un plato a los dos y le pregunta si quieren algo de beber.

—No, ya iba a salir…

—Mejor te quedas acostada, la gravol, puede hacerte sentir somnolienta. ¿Quieres que me quede?

—Ey, papá, nosotros vamos a pasar tiempo juntos. Si la boda no es el próximo fin de semana nos podemos dar una escapada los cinco. Pablo, qué tacos. Fue un placer —Dijo Parker y se acercó a ver a Aury. —Ya no estás verde, te gustaría que te trajéramos algo.

—Nada, cielo, gracias.

Pablo también se despidió, iba a cuidar un rato de su sobrina. Ella le preguntó si podían verse en la semana y él asintió, también se despidió de Patrick y les recordó que podía hacer vida normal, solo vigilar que no se repitiera, su amiga la dio una mirada de advertencia y él sonrió antes de acompañar a Parker, Percy y Meredith a la salida.