Se fue

1573 Words
Cuando una persona decide desaparecer con sus hijos, tiene que dejarle el negocio a una sola persona. A Patrick perder a su esposa le había dolido y los primeros seis meses son ella fue insoportable, no encontró el consuelo en su familia, en su trabajo y después de intentar suicidarse y comenzar a ir a terapia como cuando era adolescente decidió que lo mejor era tomar las maletas y alejarse un momento de lo que conocían, aprender de nuevo a ser él no le parecía tan divertido, pero tenía Meredith y la tendría mínimo por los siguientes cuatro años, y sus tres hijos mayores estaba de acuerdo en que lo mejor para su papá y su hermana era eso, salir, conocer gente nueva, ver la vida de otro color y con más esperanza. Meredith había abandonado por completo el arte y Patrick había conseguido meterla en un programa de aprendizaje en casa que nunca tocaba y por el cual no estaban preocupados. Así que, con lo más pesado en orden, solo quedaba elegir un nuevo CEO para Luthor's, de preferencia, una persona ordenada, responsable y que sepa hacer el trabajo. Él había elegido a su padre de casi ochenta años, pero con éticas de trabajo inigualables, además, en las condiciones desfavorables en las que estaba su empresa, lo mejor era poner a Adam y no alguno de sus hermanos que se volvería loco ante tantos problemas. Patrick planeó que su descanso sería de ocho meses; sin embargo, ya iba pasando el año y no parecía tener intensiones de regresar. Patrick y Meredith decidieron vivir en Inglaterra, Alemania y finalmente se mudaron a España, específicamente Marbella, con visas al mar, cuando él recibió una llamada de su padre: —Patrick, tienes a tu hija secuestrada de la realidad y a ti mismo. Ven o voy por ti. —Adam Luthor finalizó la llamada sin darle tiempo de decir que no. Todo había iniciado una noche para él, su compañía había estado luchando financieramente, y él había estado trabajando extra, sus hijos mayores, Percey y Parker estaban iniciando sus carreras universitarias, su hija está en un colegio de artes lo suficiente costoso como para alimentar a una familia grande y su mujer y él parecían estarse alejando. Patrick entró en casa y la encontró sentada en las escaleras. —En serio, hoy no es un buen momento, Mercy. Tengo que irme, tengo un viaje. Ella se pone en pie y camina hacia él con una carpeta en la mano, se la entrega en silencio, él suspira agotado porque no está de humor para una de las escenas de su esposa ni para “el estira y encoge” usual en el que ella anuncia que se va y él le persigue, lo único que quería escuchar aquella noche era que se quedara, que se fuera luego del desayuno y una noche entre los brazos de su esposa, pero, ahí estaba Mercy con los documentos del divorcio exprés. —No quiero ser mi padre, no quiero ir por la quinta esposa, no quiero pelear custodias. Quiero estar con mi familia. —Nunca estás. —Le acusó ella y Patrick tiró los documentos en el suelo. —¡¡Trabajo, Reina!! Ese pelo bonito, las uñas, el carro que conduces… Esta mansión en la que te sientes sola, guapa, esto lo pago yo, para que tu hija pueda tocar el piano y el violín, tu hijo cambie de carrera tres veces y tu otro hijo casi viva con su novia a mis costillas. Ella se pone a llorar y su esposo se pasa los dedos por el cabello en señal de frustración. —Patrick, ¿por qué no puedes reconocer que ya no me amas? Nunca me has amado. Patrick vio a su mujer a los ojos y no fue capaz de aceptar que se habían mantenido juntos por más tiempo del que había esperado. Primero, un embarazo accidental cuando él tenía apenas 18 años, un embarazo de gemelos, los hijos a los que ha adorado con su vida, luego un matrimonio porque no pensaba tener hijos ilegítimos o regados por el mundo y, ya que se había puesto de cumplidor decidió ponerle esfuerzo a la relación, Mercy era el paquete completo, guapa, inteligente, divertida y una madre espléndida, por si fuese poco le amaba con locura. Y él ese enamoró de todos esos detalles y enloqueció con la llegada de Meredith, no dejaría que ningún cabrón se follara a su mujer y menos, criara a su hija. Su matrimonio estaba descrito por pasión y compromiso, pero Amor era una palabra muy grande. —No voy a firma ningún divorcio. —Es lo mejor para ti y para los niños. Yo me voy, me tengo que ir. Ella se pone en pie y le da un beso en la mejilla antes de salir de su casa con la maleta. Patrick le dejó llegar al auto, escribió un correo a su secretaria: Cancela la cita con los Bradford, tengo asuntos familiares que atender. Un año más tarde, Patrick no podía creer cómo había cambiado su vida. Era el papá soltero de una adolescente a la que tenía que obligar a estudiar porque estaba deprimida y no quería ver a ningún tipo de especialista, como le había forzado a tomar clases la pequeña chantajista le había obligado a hacer algo de adultos. —¿Desde cuándo está hablando con tu abuelo? —No importa cuánto, él cree que esto es importante para la compañía, una cosa es perder a mi mamá, y otra, es ser pobre de un día para el otro. ¿Sabías que el salmón es caro? —Lo es, peque. —Patrick ve los documentos para una convención cervecera en Londres, no tendría demasiado que viajar para asistir, así que acepta con la condición e que su hija vaya a clases de pintura. su hija asiste esa misma tarde a sus clases de pintura y Patrick sonríe porque a pesar de su intento de chantaje, cuando regresó tres horas más tarde se le escapa lo mucho que ha disfrutado de pintar nuevamente. Su papá le da un beso y le recuerda que saldrá toda la mañana y la tarde del día siguiente, ella asiente y le recuerda que los dos están vivos y que tienen la obligación de disfrutar. El señor Luthor se despide de su pequeña para ir a dormir. A la mañana siguiente hace una llamada a sus otros tres hijos, Messer le envía fotografías de sus fiestas haciendo de animales en una presentación escolar y parte del show en donde Esme, su nieta más pequeña, se roba el espectáculo. Poco más tarde conversa con Parker y su novia Sofía, los dos parecen felices, normales y ella asegura que Parker ha estado sufriendo más de lo que reconoce, pero, trabajando en estar tranquilo. Por último, llama a Percy, su hijo estaba haciendo ejercicios cuando escuchó el celular y decidió tomar la llamada. —Papá, ¿cómo has estado? —Genial, hijo, ¿tú? —Planeando una vacaciones, quiero ir a visitarlos. —Me encanta la idea. Meredith planea volverme loco —Su hijo se ríe, de inmediato toma el control de la conversación sin intensión alguna de hablar de sus sentimientos y pensamientos, pero su carrera suena fenomenal. Patrick se arregla rápidamente después de conversar con sus hijos, prepara café y le deja un emparedado a Meredith para que desayune con una nota, recordándole sus clases en la tarde. Cuando llega a la convención, se encuentra con maestros cerveceros de todos los lugares, algunos consideran que el éxito de Patrick es casualidad otros que es un hombre mucho más inteligente de lo que permite ver. Después de saludar a algunos conocidos va a la mesa por su identificación y se encuentra con que hay alguien más de su país, la joven sonríe y toma su gafete. —Hola, ¿usted es Patrick Luthor? —Mucho gusto —Responde el hombre y ella extiende su mano, él la estrecha y les llaman para iniciar el tour. Aurora no puede creer lo afortunada que ha sido de llegar a tiempo, su papá le hubiese matado de haber llegado tarde y lo último que le faltaba era perder la confianza de su padre en estos momentos. La joven inicia el recorrido al frente pero el acento y la fluidez de quien da la charla a ratos le confunden y le hacen perder atención. Definitivamente, su padre le estaba escupiendo en la cara al enviarle a una convención tan básica, sin embargo, ella tomó aire y sonrió con elegancia mientras se repetía: “todos empezamos de abajo”. La voz masculina de Patrick la sobresaltó. —¿Te están matando del aburrimiento? —Creo que me enviaron de mi compañía pensando que tú serías el expositor y cervecero. —Lo sé, y tú no eres el prototipo. —Lo que te preocupa es que soy mujer. —No me preocupa, ¿solo quiero saber qué hiciste para que Bradford te enviara? —Los dos sonríen y ella se pone en puntillas, Patrick se acorta la distancia y se inclina un poco. —Voy a besarte—anunció la chica. La pareja se miró a los ojos y ella acortó la distancia. Hola, lectoras, mi nombre es Jade y me encuentran en redes como Mainvillage, espero que disfruten muchísimo de nuestros personajes. Recuerden comentar muchísimo, que las leo.
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