Aurora acabó bebiendo en casa de Pablo, los dos se miraron al tercer tequila y él llamó al hospital para informar que ya no estaba de guardia, que tenía diarrea, su primo le preguntó si al menos se le había ocurrido algo menos vergonzoso.
—Todos cagan, hasta el rey, guapo —los dos rieron y él finalizó la llamada. —Aurora, me preocupas. ¿Quieres o no quieres un bebé?
—No estoy segura, pero sé que tengo.
—¿Tienes? Aurora tienes 31 años, tienes nueve años para embarazarte y lo más importante, nadie debería obligarte, sobre todo tu papá o Patrick.
—¿Tú vives en la misma órbita que yo? Mi papá ocupa un heredero y Patrick quiere un bebé, le hace ilusión, y de todo lo que habla es mi útero.
—Romper los condones es casi asalto.
—Sí, podría ir a la cárcel.
—¿Puedes decirme, ya qué traes con Patrick? Porque una semana estás diciendo lo guapo que es y la otra están formalmente saliendo.
—Si te lo cuento, no me puedes juzgar.
—Prometido—su plan era juzgarlo a él.
Se habían conocido en la convención está de maestro cerveceros en Londres, ella se sintió muy interesada por la exposición de Patrick sobre elevación de sabores en la cerrería. Ella quedó encantada con él y cundo regresó a casa, compartió sus notas con su papá y le puso un target sin saberlo a Luthor, compró acciones mientras Patrick estaba recobrándose por la pérdida de su esposa y ahora si quiere que le devolviera esas acciones tenían que casarse.
—¿Aurora, qué ganas tú?
—Los albergues de mujeres, las compañías en las que trabajan, todo eso lo costea mi papá, por no hablar de que me va a desheredar, me ves viviendo en un condo sin seguridad.
—Vives en un.
—Mi papá compró el edificio, me hago la estúpida, no lo soy.
—Tú tienes tu dinero de cuando modelabas y la herencia de tu madre.
—Sí, pero, no es solo eso., los hijos de Patrick…
—Patrick tiene otros negocios y sus hijos están grandes en su mayoría.
—Tienes que conocer a los Luthor, ellos son todo recuerdo, tradición, trabajo en familia. Patrick inició su carrera en el patio de su casa, mantuvo a su familia con el dinero del inicio, esto es un golpe bajo e innecesario porque alguien le pasó un reporte a mi papá diciendo que me besé con alguien.
—¿Y a cambio le vas a dar tu vida, un hijo a este hombre?
—No…
—Aurora necesitas dejar de sentir lástima por ti. Llevas toda la vida preparándote para tomar el control de tu empresa, te soportaste pasantías con mi papá y con el tío Sebas, eres una mujer preparada y fuerte, has sobrevivid a antas cosas, no puedo creer que te estés dejando, qué te pasa.
—Pasa que mi papá tiene razón. Le he defraudado, las drogas, el sexo, la bulimia, todo eso simplemente habla de lo mal que estoy y de lo tonta y manipulable que puedo ser.
—A los dieciséis todos somos manipulables, casi contribuya a dejar a mis siete hermanos huérfanos y a mi madrastra en la cárcel. No me considero igual que hace quince años, Aury y tú definitivamente no eres la misma
—Mi papá no va a ceder, y si lo pones en retrospectiva, al menos no es un señor gordo y muy mayor o que sude, escupa y me pegue. Es Patrick, la verdad, es que me gusta.
—Bien, será como tú quieras, pero si en algún momento necesitas huir, ayuda o lo que sea, cuentas conmigo, incondicionalmente.
—Te quiero—Pablo le abrazó. —Te amo—se corrigió y él sonrió.
—Yo también, y creo que eres mucho más de lo que te das crédito.
Aurora había ido a casa muy tarde, durmió poco, y tomo una ducha tremendamente larga, su padre estaba por tomar el desayuno cuando ella bajó, Patrick había enviado una canasta de pan dulce caliente, algunos otros tipos de pan, café de su lugar favorito, con un ramo enorme de rosas y una tarjeta. Su papá preguntó si compartiría el pan y ella asintió.
—¿Cómo van los planes Aurora?
—Bien, hoy comienzan a armar cosas, ¿crees que puedes trabajar desde casa y vigilar o ayudar?
—Claro, ¿el vestido?
—Sencillo, papá, que bueno que estás tan atento. —su padre sonrió.
—Aurora quiero que estés bien, que seas muy feliz —Ella le miró mientras su padre le tomaba de las manos.
—Papá, papi, me puedes hacer un regalo de bodas anticipado?—pregunta Aurora.—¿Podrías devolverle sus acciones a Patrick?
—Ese no es el acuerdo.
—Lo amo, vamos a casarnos, no quiero que la pistola sobre su cabeza me lastime. Piénsalo de esta forma un matrimonio sin amor podría ser un paseo por el bosque con un hombre pasivo y desatendido, pero no tener a la persona de sus sueños enfrente, amarle y perderle en tiempo limitado, porque alguien más está moviéndolos hilos es muy doloroso.
—Aurora, las cosas son complicadas, ahorita, no puedo, necesito una garantía.
—Cuando me diste este como opción y me pusiste en jaque mate, me dijiste todo lo que la gente perdería y asumo que a Patrick también. En esta situación yo pierdo todo, te pierdo a ti o a él, lo pierdo a él y mi hijo vive una pesadilla, siempre pierdo, no importa cuánto tenemos. ¿Papá?