Señor Luthor

Tú tienes tus amigos

Patrick y Aurora se sentaron frente a los Luthor. El mesero les dio la bienvenida con una cortesía de la casa y las bebidas favoritas de los Luthor, Aurora se pidió una limonada con vodka y el mesero se lo trajo de inmediato acompañada por una jarra con agua fría para todos. Patrick sonrió al escuchar el pedido gigante de Jane y sonrió, y se tomó un poco de agua, y la madrastra de su novio dio un par de aplausos.

—Ahora que estamos todos, qué tal si hablamos de la boda.

—¿Tú también tienes ideas? —comentó Patrick divertido.

—Obvio, algo pequeño que te conozco y luego no llegas, te robas a la novia. Lo usual. —bromeó. —Pero algo bonito. ¿Qué quieren de menú? ¿Flores? ¿El lugar?—preguntó emocionada y siu esposo le apretó la mano bajo la mesa, antes de recordarle que era el día de Aurora, no el de Patrick, por lo que no tenía derecho a opinar.

—Nunca tengo derecho a opinar —Patrick sonrió.

—Bueno, yo acepto la ayuda. No tengo... experiencia con tanta familia y quiero que sea acogedor. Meredith propuso algo del aire libre, a mí me parece el jardín de mi casa, mi papá tiene un espacio precioso y la iluminación adecuada, hemos hecho un par de eventos y han salido bien. Pienso en mesas, amigos cercanos, un fotógrafo, el abogado, una reflexión rápida y un menú familiar, no fansy, tipo una lasaña en cada mesa y todos hablando y riendo, música suave y que se vayan.

—¿Y la luna de miel?—preguntó su suegro.

—¿Vamos a ir de luna de miel? —preguntó Aurora.

—Creo que sí, ¿quieres ir un lugar en especial?

—No, unos diez días en algún lugar reservado, tipo descansar.

—¿Cuántos años tienes? —le preguntó Jane y todos rieron. —Aurora, descansa cuando te mueras —La joven sonrió.

—Bueno, yo no puedo iniciar en un trabajo y tomarme seis meses.

—Esas son éticas de trabajo muy buenas, pero, te estás casado con el jefe.

—Bueno, quiero un poco de respeto, todo el mundo va a asumir que porque la ch.. Estamos juntos, me lo ponen fácil, que no estoy lista... Son muchos cambios, crees que podemos tomarnos un fin de semana largo y en unos meses, podemos irnos de luna de miel. ¿Te parece?

—Vale.

El almuerzo con los Luthor estuvo muy bien. Jane parecía encantada con la idea de ayudar a preparar la boda, y ella, junto con Serena, Laini y Ada, se reunirían para organizarlo todo, según la teoría de Patrick: asegurarse de que “el sencillo” de Aurora no fuese tan sencillo.

Ella se despidió para ir a reunirse con sus amigos. Patrick le insistió para que volvieran a casa y siguieran practicando hacer bebés, sin embargo, ella ya había cancelado varias veces la visita con sus amigos y no quería que se resintieran.

Aurora fue la última en llegar, todos se giraron a mirarla y Paola brincó de su silla para ver en persona el maravilloso diamante que la joven tenía en el dedo.

—Sin pulir, qué romántico—Dijo Paola. —¿Ya lo llevaste a inspeccionar?

—No, que dicha que no era nada serio porque estarías ya de mamá de tu tercer hijo—bromeó Pablo y le dio un abrazo. —Felicidades, cielo.

—Gracias.

—¿Estás feliz? —preguntó Leo. —¿Emocionada?

—Sí, todo ha sido muy rápido e intenso.

—Yo solo vine a escuchar qué tal Patrick en la cama. ¿La tiene larga o gorda, las dos?

—Ay, no, por favor, no —Dijo Pablo y les hizo una seña para regresar a la mesa.

Aurora no era de compartir su vida s****l con nadie, peros sus amigos tenían siempre demasiada curiosidad o preocupación, no estaba segura, porque disfrutaba del sexo. Ellos habían visto de cerca como Orestes había abusado emocional, física y mentalmente de su amiga, la había destruido, y cualquiera que le pudiese hacer olvidarlo y seguir adelante les parecía maravillas.

Ella se puso al día con todos los chismes que tenían a sus amigos, por ejemplo Pablo reconoció que su relación estaba por terminarse, que la verdad era que estaba arrasando a una chica que el quería todo co él cuando él solo quería espacio. Leonel, estaba trabajando en el amor propio y Paola, todos la miraron porque había estado en mucho silencio.

—¿Qué pasa?

—Tienes un secreto—comentó aurora.

—Sí, de verdad no quiero contarlo todavía.

—Todos queremos saberlo.

—Estamos intentando tener un bebé, ya saben, qué quince años juntos, Andrés dijo que sí y yo estoy lista, en fin, van dos meses y me voy a volver loca.

—¿Se tarda mucho en quedar?

—Depende de la fertilidad, ya a nuestra edad inicia el descenso hormonal.

—No tienes cuarenta, no seas ridícula, tienes que tener paciencia, si en seis meses no pasa nada, puedes consultar.

—¿Seis meses? —pregunta Paola ligeramente histérica y sus amigos sonríen.

—¿Qué exámenes se puede hacer uno? Siento que estamos acabadas.

—Ohh, no, las reinas del drama.

—Niveles hormonales, revisión folicular, condición del útero y lo más fácil, análisis del semen.

Todos rieron porque Andrés adora a su esposa y hace cualquier cosa por esa mujer pero hacerse una paja, dentro de una sala, rodeado de médicos y enfermeras, con la expectativa de que está haciéndolo, podría volverlo loco.

—A mí me gustaría una paja de hospital.

—¿Tú te masturbas? —preguntó Aurora.

—Obvio, sí, Aury, ¿tú no?

—No por decisión propia.

—A mí me parece romántico, me baño, aromatizo y pongo unos vídeos de…

—Okay, Okay, no quiero saber más. —Pablo río porque él tampoco necesitaba saber los gustos en vídeo de su amigo ni como se da placer con las manos y él de todos está seguro, que para Leo la tecnología puede ser un factor que torne la conversación más oscura.

Aurora mantiene sus dos manos sobre la boca de su amigo y él promete no decir una cosa más. Cuando es Paola que dice:

—¿Qué tal el sexo de dominancia gay?

—Esta es mi clave para regresar al trabajo —Anuncia Pablo y le da un beso en la mejilla a Paola, luego uno a Leo y finalmente abraza a Aurora y vuelve a felicitarla por la boda.

—¿Sabes que mereces ser feliz?

—Sí ¿Tú eres consiente de todo el amor que te rodea y todo el que mereces? No necesitas volver a África ni internarte en un lugar frío y pobre de Asia, lo que necesitas es esto, amigos, familia, un apartamento sin cajas de cartón y una cama, no puedes seguir durmiendo en el suelo Pablo.

—Voy… voy a intentarlo.

—Si ocupas una mano para ir a un terapeuta, gurú, entrenador, lo que sea, dilo. No voy a soltarte. Él le abrazó con todas sus fuerzas y le dio las gracias por estar siempre ahí, dispuesta a escucharle y acompañarle pese a sus múltiples traumas.

Todos se quedaron en silencio cuando vieron a Patrick entras al restaurante. Él forzó una sonrisa y su prometida se giró

—Ey.

—Ey, pensé en pasar por ti, vengo de hacer la compra con Meredith, ósea, estamos al borde de la quiebra e iba a preparar un exceso de comida, pensé que tus amigos querrían pasar a comer.

—Yo no puedo hoy —Comentó Paola.

—y yo de regreso al trabajo —se disculpó pablo.

—¿Reprogramamos?

—Seguro no quieres venir? —le preguntó Aurora.

—Mi amor, estoy tan cansada, que me duele todo, vine porque pensé que íbamos a hablar del pene de Señor Luthor, si no, me hubiese ido directo a casa. —Leonel se despidió de sus amigas y del señor Luthor.

Todos se despidieron y Aurora le siguió al auto, tomó asiento en el lado del copiloto y Meredith le informó que finalmente comerían casero. Ella sonrió y Patrick continuó conduciendo en silencio.

—Patrick.

—¿Qué?

—Pablo es mi mejor amigo en todo el universo.

—Ya, qué bueno y qué románticos.

—Eso suena íntimo y personal —Comentó Meredith antes de ponerse los audífonos. Su papá le dio una mirada por el retrovisor y otra a su prometida.

—Estaba llorando entre tus brazos, y te volviste a despedir, podrías casarte con él.

—Podría, pero, somos amigos y estoy comprometida contigo.

—Vale.

—Su novia, se volvió loca y quemó varias empresas de su papá, enviaron a su madrastra a la cárcel. Pablo, sabía, no dijo nada, se siente culpable de por vida. Mi exnovio, organizó una orgía con sus amigos y cobró para que tuvieran turnos conmigo, pablo y sus hermanos me sacaron de ahí. Así que, si algo romántico fuese a pasar ya hubiese pasado. No te debo explicaciones cuando has embarazado a otra mujer antes de comprometerte conmigo ¡¡Y NO HAS TENIDO LOS HUEVOS DE DECÍRMELO!!

Meredith no tuvo que bajarse los audífonos porque su papá y Aurora puede que algún día exploten en medio de una conversación, pero en este preciso momento los gritos le habían facilitado el trabajo, para orejear toda la conversación. A la joven le pareció súper interesante. Primero, lo del amigo de Aury, segundo que ella hubiese tenido que vivir algo como eso, pero, muy importante que su papá estuviese esperando un bebé con alguien más y lo tuviese en secreto. Con Aurora, entendible, pasaban coqueteando y mirándose, tocándose todo el día, pero quién era ese alguien.

¿Su papá tenía una amante?

Eso le parecía mucho peor que la orgía de prostitución.